Terror en Pergamino: Raptos, golpes y picana eléctrica

(Por Victor Calvigioni). Los periodistas debemos graficar con fuerza  la historia  ocurrida en  nuestra zona  y con el Proceso Militar. Los expedientes que revisamos nos muestran un panorama aterrador. Se torturó a mansalva  y existen  más de 150  desaparecidos.

El expediente 5179-Pcaratulado «Ruiz, Rodolfo Rubén – su privación ilegítima de la libertad y torturas s/ apelación procesamiento Saint Amant y falta de mérito de Bernardo Landa» (N° 142/11 del Juzgado Federal N° 2 de San Nicolás) nos muestra el dolor y sufrimiento en las Comisarías de Pergamino” Nos muestra parte de los tristes sucesos.

 Historia de torturas

El expediente judicial nos indica, que los elementos de convicción reunidos son suficientes para tener por acreditada la materialidad de los hechos investigados y la participación en los mismos de personal de la Comisaría de Pergamino, provincia de Buenos Aires.

El propio  Rodolfo Ruiz denunció que el día 16 de junio de l977 fue torturado y privado de la libertad en la ciudad de Pergamino por miembros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. En su declaración manifestó que » estaba parando en la casa de una amiga mía domiciliada en calle Lorenzo Moreno 1420, estaba allí de manera casual porque en realidad yo vivía con mi tío. Es así que en horas de la madrugada me despiertan cinco personas con dos ametralladoras puestas en mi cabeza.

A quienes portaban las armas nunca los había visto en mi vida, pero pude reconocer a los otros tres. Una vez en la puerta me esposaron y me subieron a un Torino blanco cuatro puertas, que era conducido por una persona vestida de policía, con uniforme color azul.

Al chofer lo encontré luego de muchos años y lo reconocí. Nos pusimos a charlar y reconoció que llevaba gente a San Nicolás para entregarlos al Batallón de Ingenieros. Yo presumo que un policía de apellido Mandelli, que vivía frente a mi casa fue quién me pudo haber entregado. A quienes integraban este operativo los conocía. Eran Juan Carlos y Mario Saba quienes eran hermanos y Alberto Florentino Medina”.

Los tres eran suboficiales de la policía de la provincia de Buenos Aires y prestaban funciones en la Comisaría de Pergamino. Otro de ellos era de apellido Rodríguez, alias «El Chancho» quien era el jefe del servicio de calle y puede haber sido inspector. La orden había sido dada para que me trajeran para San Nicolás pero en un momento doblaron por la ruta en dirección a Rosario y luego nuevamente retomaron hacia Pergamino.

      Infierno en la Comisaría

El testimonio de Ruiz continúa “Durante todo el trayecto hubo malos tratos, desde golpes hasta culatazos y me rompieron la nariz. Ya en Pergamino ingresamos en la Comisaría con el automóvil, fuimos hacia el fondo de la seccional. Me bajaron y me golpearon salvajemente, siempre estos tres policías. En esa comisaría todas las noches me torturaron fuertemente.

Recuerdo que una noche no solo fue corriente eléctrica, la que me aplicaron por todo el cuerpo, sino que me sentaron en una silla desnudo y me golpearon con lo que tenían por todo el cuerpo. Luego de doce o trece días el cabo de guardia me dijo que estaba en libertad.

Salgo de la Comisaría, hablo con mi tío Roberto, él me insistió que fuéramos a la Comisaría a pedir explicaciones de las torturas que me habían infligido. Una vez en la Comisaría de Pergamino pidió hablar con el Oficial de calle, porque era el encargado de la gente que me había torturado. En ese momento apareció el «Chancho» Rodríguez y nos amenazó a ambos diciéndonos que si no nos retirábamos de la Comisaría yo la pasaría peor y a él le pasaría lo mismo».

   Abdomen quemado

El sufrimiento,  la tortura sucedió a pocos metros de nosotros y todavía existen represores que siguen caminando juntos a nosotros. La denuncia continúa cuando se señala : “Lo relatado por Ruiz, fue ratificado por los testigos Rosana y Ricardo Toledo, quienes vivían en la casa donde se realizó el procedimiento y secuestro padecidos por Ruiz.

Es así que Rosana Toledo, relató que «Un día le pregunté a mi padre porque Rubén no estaba más en casa y me dijeron que se lo había llevado la policía. Posteriormente, lo veo a Ruiz en mi casa nuevamente y lo observé todo golpeado.

Me mostró su abdomen y observé que estaba todo quemado y el me manifestó que lo habían picaneado los policías; no puedo precisar cuántos días pasaron desde que Rubén dejó de venir a dormir a casa hasta que regresó todo golpeado, no puedo decir si fueron muchos o pocos días» . A su turno, Ricardo Toledo dijo que «Los hechos que me ha relatado sucedieron una noche en mi domicilio. Estábamos durmiendo con mi familia, eran cerca de las 12 de la noche y en esas circunstancias sentí que me golpeaban la puerta.

Me levanté, abrí y observé a dos policías vestidos de uniformados, con uniformes marroncito oscuro, como usaban antes los policías en Pergamino y tres personas de civil. Todos se desplazaban en un automóvil blanco que puede ser un Torino, estos policías me empujaron y entraron a mi domicilio por la fuerza preguntando por Ruiz. Posteriormente se dirigieron adentro de mi casa a buscarlo a Ruiz y observé que lo traían esposado. Ruiz volvió y estaba completamente estropeado, no podía ni hablar. Antes en la policía se usaba la picana, es decir el pasaje de corriente eléctrica sobre el cuerpo de los detenidos, por ello presumo que pueden haber utilizado ese método con Ruiz.

Le observé golpes en la cara, en las costillas y en la espalda». En tal sentido, Valerio Ruiz, tío de la víctima, manifestó que «Una noche, la policía de la Comisaría de Pergamino irrumpió en la casa de uno de mis hermanos de nombre Roberto, quién también es tío de Rodolfo, y que actualmente vive en Australia. Esto sucedió una noche del año 1977, no recuerdo con precisión el día. Mi hermano estaba durmiendo con su esposa, serían las dos de la mañana cuando sintió que le golpean la puerta y le dicen «abran policía». Mi hermano abrió la puerta y creo que eran tres policías los que estaban allí.

Estos policías le expresaron a mi hermano que buscaban a Rodolfo, es decir a nuestro sobrino, a lo que mi hermano manifestó que no se encontraba allí, que esa noche estaba durmiendo en otro lugar. Es así que estos policías obligaron a mi hermano a que los acompañaran y les indicara la vivienda en la que estaba durmiendo Rodolfo. Mi hermano fue con ellos y les señaló el domicilio en que se encontraba Rodolfo, en el cual entraron estos policías, lo despertaron a Rodolfo y se lo llevaron «detenido».

La casa de la amiga de Rodolfo estaba en calle Lorenzo Moreno. Como yo vivía a una cuadra de la casa de mi hermano, a primera hora de la mañana éste se dirigió a mi domicilio y me relató, muy asustado, lo que había sucedido. Esa misma mañana nos dirigimos con mi cuñado, José Pérez, quien es esposo de una de mis hermanas -actualmente viven en Australia, igual que Roberto- a la Comisaría Primera de Pergamino a preguntar por qué lo habían llevado a Rodolfo. Nos respondieron que en esa Comisaría Rodolfo no estaba y que esa Comisaría no había realizado ningún operativo esa noche. Pasados uno o dos días apareció, una nochecita, Rodolfo todo golpeado y con marcas en su cuerpo de que le habían aplicado corriente eléctrica y lleno de moretones.

            La liberación

Cuando Rodolfo fue liberado nos comentó que lo habían esposado y encapuchado y que lo habían llevado a una casa en un campo, o al menos eso es lo que Rodolfo percibió. En dicho lugar fue torturado».

Por último, vale la pena resaltar los dichos de la testigo Alicia Salva de Lucero, esposa de Daniel Lucero, quién indicó que «Sí, efectivamente lo conozco al Sr. Ruiz. Respecto a lo que él denunció, puedo afirmar que sí estuvo detenido. Lo conozco porque él estuvo detenido junto con mi esposo en la Comisaría de Pergamino. Lo único que sé, por lo que me contó mi marido, Daniel Oscar Lucero, hoy fallecido, es que en la Comisaría fueron fuertemente torturados. Que los «picanearon», los golpearon, también me contó mi marido que una noche estando detenido en la comisaría lo sacaron de la celda y lo llevaron a un campo y lo golpearon fuertemente. Mi marido fue detenido en mi casa una madrugada donde se apersonaron no recuerdo cuantas personas. Creo que estuvo alrededor de 15 días detenido. Lo que si afirmo es que estuvo detenido junto a Rubén Ruiz. Creo que Rubén estuvo detenido el mismo tiempo que mi marido o un poco más». Toda una película de terror (Foto Pintura de Ernest Descals)