Centenaria batalla por una herencia: El caso de Pergamino que resuena en los medios nacionales

Leonor Estallo Sánchez, miembro distinguido de una influyente familia bodeguera de Pergamino con raíces en Mendoza, se encuentra en el epicentro de una contienda judicial que ha trascendido las fronteras de su ciudad natal. A la venerable edad de 100 años, ha alzado la voz contra su propia familia, acusando a su nuera, dos de sus nietos y una escribana de haber manipulado el testamento de su difunta hermana Zulma, con el objetivo de despojarla de una herencia valuosa en dólares.

La historia de Leonor y Zulma Estallo Sánchez, descendientes de una estirpe bodeguera de renombre en la región de Mendoza, se ve empañada por una disputa que trasciende los límites de la mera sucesión familiar. Zulma, quien falleció en 2017 a los 99 años tras luchar contra la demencia senil y el Alzheimer, dejó tras de sí un legado envidiable: dos extensas estancias y una cartera inmobiliaria que abarca múltiples propiedades en Pergamino, Mendoza, la Ciudad de Buenos Aires y Mar del Plata.

El trasfondo de esta batalla legal se enreda en acusaciones de manipulación y abuso de confianza. Leonor Estallo Sánchez, a punto de cumplir 101 años, sostiene que sus parientes aprovecharon el debilitado estado mental de Zulma para obtener una porción desproporcionada de la herencia que, según las leyes argentinas, le correspondería a ella como heredera legítima. El juicio, presidido por el Tribunal Oral en lo Criminal N°1, busca determinar si Zulma firmó el cuestionado testamento en pleno conocimiento de causa o si fue víctima de una manipulación artera.

En el corazón de este drama legal, se vislumbran testimonios perturbadores que revelan una atmósfera de desconfianza y peligro. Empleadas encargadas del cuidado de Zulma Estallo Sánchez relatan episodios de aislamiento y temor, con la anciana expresando abiertamente su miedo a ser envenenada por aquellos en quienes debería confiar. La incertidumbre se agudiza con el testimonio de una testigo que niega su firma en el testamento, junto con las evaluaciones de una psiquiatra que señalan el deterioro cognitivo de Zulma en el momento de la firma.

Mientras el juicio avanza, los ojos de la nación se posan sobre el desenlace de esta batalla legal, que no solo desentraña los entresijos de una familia respetada, sino que también arroja luz sobre cuestiones fundamentales de ética y justicia en la sucesión patrimonial.(Pergamino Virtual) Foto: La Opinión