Seis meses atrás un productor agropecuario -publica La Capital de Rosario el miércoles 26 de agosto- dejó una esquela en el “buzón de la vida” instalado en el cuartel de bomberos de Cañada de Gómez. En la denuncia indicaba que “periódicamente” podía observarse cómo en los campos aledaños a la ciudad “una avioneta arrojaba bultos en vuelo rasante”. Esa denuncia anónima, sobre narcotráfico, fue judicializada en el fuero federal de Rosario, ubicada a 65 kilómetros de Cañada.
Nadie puede asegurar si la avioneta que vio el productor es la misma que el lunes a la hora de la siesta fue divisada por tres gendarmes del área de inteligencia cerca de Cañada. En su afán por ver dónde aterrizaba la aeronave los gendarmes se toparon con dos camionetas, Volkswagen Amarok y Toyota Hilux, que esperaban por una carga de droga paraguaya. Así comenzó una intensa persecución por un camino de tierra que une Cañada con Casilda. Seis kilómetros más allá, la Toyota blanca hizo una mala maniobra y volcó. El saldo fue dos hombres muertos y el restante mal herido internado en terapia del Clemente Alvarez. Uno de los muertos y el herido son rosarinos. Falla inesperada
Pero algo falló y socavó el festejo. El lunes alrededor de las 13 los tres gendarmes que estaban apostados en inmediaciones del kilómetros 365 de autopista, a la altura del ingreso a la ciudad de Cañada de Gómez vieron la avioneta. Dieron el alerta y comenzaron a buscar por los caminos rurales que se ramifican en jurisdicción de Cañada donde la aeronave tiraría su carga en vuelo rasante. Y en eso estaban en la Berlingo cuando en un camino de tierra vieron estacionadas a la par una Amarok y una Hilux. Tres hombres por vehículo. Cuando los conductores vieron la polvareda en el horizonte pusieron las camionetas a todo lo que podían dar por el camino de tierra conocido como de Simonit que une Cañada con Casilda. Y la Berlingo por detrás.
San Antonio de Areco
El periodista Victor Calvigioni investigó los aterrizajes desde el año 2001 en nuestra región. Los episodios corresponden a San Antonio de Areco, Salto y Colón
En febrero de 2017, un continuo accionar de estas bandas de narcotraficantes en nuestra región, eligiendo ciudades pequeñas y con controles “permeables” y seguramente utilizando conexiones para su protección y apoyo logístico. En el 2001, a través de notas periodísticas se había denunciado vuelos clandestinos descargando extraños bultos en un campo ubicado en el centro de un triángulo conformado por Colón, Pearson y Pergamino, donde era apoyado por camionetas que salían de nuestra ciudad para buscar la carga.
Los episodios continuaron. Una avioneta “narco” procedente de Paraguay fue derribada a tiros por personal de Gendarmería en la localidad bonaerense de San Antonio de Areco. Los efectivos incautaron la droga que transportaba y detuvieron a seis personas.
La aeronave cargaba 450 kilos de marihuana y fue interceptada dos veces por la Fuerza Aérea a través del Centro de Operaciones Aeroespaciales Merlo (COAE), que luego dio aviso al Ministerio de Seguridad.
La avioneta venía siendo monitoreada en medio de un procedimiento a partir de una investigación judicial iniciada en Formosa.
Las averiguaciones había comenzado en 2016 y era llevaba adelante la fiscalía federal 2 de Formosa, a cargo de Luis Benítez. El funcionario judicial contaba con el dato que el cargamento iba a aterrizar en una avioneta de bandera uruguaya, matrícula CX-BDR, a unos 25 kilómetros de San Antonio de Areco (En la población de Dugand). En el lugar se secuestraron 16 bultos con un total de 450,867 kilogramos de marihuana y se logró detener a 6 integrantes de la banda, 5 de ellos de nacionalidad paraguaya y un argentino. Uno de los componentes pudo escapar en un remise que lo esperaba.
Tras el despegue, los gendarmes dieron aviso a la policía bonaerense que, en pocos minutos, detectó el aterrizaje de emergencia de la avioneta en un campo de la localidad de San Andrés de Giles, a pocos kilómetros de distancia, aunque no pudo ser hallado el piloto.
Se cree que el piloto, aparentemente de nacionalidad brasileña, intentó realizar un reabastecimiento de combustible para regresar a Paraguay, pero al no poder lograrlo decidió escapar del lugar y dejar abandonada la aeronave.
Los aterrizajes en Aeroclub de Colon
En un procedimiento realizado por una denuncia anónima se desmanteló una banda que habría realizado una decena de vuelos. Al Aeroclub de Colón llegaban 400 kilos de marihuana en un viaje desde Paraguay en una avioneta. Se cree que hubo otros no detectados. En el operativo denominado “Halcón verde”, fueron apresados un hombre oriundo de Mar del Plata y dos ciudadanos paraguayos.
Como se recordará en noviembre de 2011, una avioneta Cessna, cuya matrícula estaba adulterada aterrizó en medio de un campo de pastoreo de la localidad de El Socorro, ubicado a la vera del kilómetro 157 de la ruta provincial 32 (la continuación de la ruta santafesina número 18, que sale desde Rosario por avenida Ovidio Lagos y conduce a Pergamino). Por entonces, las dos brigadas del Grupo Halcón de la policía bonaerense habían llegado al lugar a la espera de abordar la nave apenas tocara tierra.
Las primeras pericias indicaban que la nave se quedó sin combustible y tuvo que aterrizar de emergencia debido a la falla de la bomba de combustible. Por otra parte, casi a la misma hora, en una estación de servicios de Pergamino, la policía apresó a dos ciudadanos paraguayos quienes, según la investigación, serían los responsables de recibir la marihuana para luego trasladarla al conurbano bonaerense. A ellos llegaron a través de las escuchas telefónicas en tiempo real. Los acusados, estaban en contacto con el piloto para ir a buscar la droga apenas aterrizara”, confiaron, y dijeron que les fue secuestrado un Fiat Siena en el que se movilizaban. En un GPS secuestrado por la policía en un auto con miembros de la banda se encontró que el destino marcado era el Aero Club de Colón, ubicado en Ruta 8 en el kilómetro 269.
La causa judicial que terminó por desbaratar la organización delictiva tuvo su origen en una llamada anónima realizada a la Delegación Antinarcotico de Pergamino, realizada el 14 de noviembre de 2011 y que decía “que unas personas que se manejaban en un Peugeot 206, color blanco, comentaban que entre el día indicado y el siguiente iba a llegar un cargamento de drogas en un avión al Aero Club de Colón” entre otros detalles.
Una vez que tomó intervención la Justicia comenzó a realizar tareas de investigación en el Aero Club de Colón. Los dos agentes destacados y camuflados observaron a un automóvil Peugeot 206, patente DOP 213, color blanco que estaba estacionado sobre la banquina de la Ruta Nacional Nº 8, que va desde Pergamino a Colón, frente a las instalaciones del Aero Club, con tres personas que descendidas del vehículo habrían efectuado anotaciones mirando hacia la pista de dicho aeródromo .
La Justicia Federal comprobó que el destino originario de la avioneta que transportaba 378 kilos de marihuana era el Aeroclub de Colón.
Por otra parte, entre los elementos secuestrados a Gustavo Horacio Crespo (el piloto) se encontró un boleto de ómnibus de la empresa Crucero del Norte a su nombre con fecha del 11 de noviembre de 2011, con destino a Asunción del Paraguay, como así también dos facturas de la Compañía Paraguaya de Comunicaciones S.A. (Sucursal Caazapa, Paraguay) de fechas 10 y 14 de noviembre. El Juez da por probado con estos indicios que en fecha próxima a la del hecho, Crespo se encontraba en el vecino país, por lo que es dable presumir que salió desde Paraguay y que desde allí provendría el material estupefaciente que se secuestró. A ese país en fecha cercana al día del hecho habría también viajado Nemesio Fernández Benítez
Aeroclub de Salto
El Tribunal Oral Federal 2 de Buenos Aires dictó en el 2016, condenas de hasta 13 años de prisión por tráfico de estupefacientes desde la provincia de Misiones que en parte tenían por destino final al aeroclub de Salto, en Buenos Aires.
La fiscal general que intervino en el juicio, Gabriela Baigún, había advertido al término de sus alegatos que “no se puede llevar adelante una lucha contra el narcotráfico si no se puede saber de dónde y hacia dónde vuelan aquellos aviones que no van a Ezeiza y Jorge Newbery”. En ese sentido, había indicado también que hay aeródromos que no cuentan con control y que “sólo llevan un registro de vuelos los pilotos”.
En su veredicto, los jueces Jorge Alberto Tassara, Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Gorini impusieron las mismas penas que había solicitado el Ministerio Público Fiscal, quien además de Baigún estuvo representado por las fiscales ad hoc María de los Milagros Mazzei y María Laura Ferraris. Las condenas -por el delito de transporte de estupefaciente agravado por ser cometido por más de tres per-sonas y en forma organizada- alcanzaron a Lorenzo Cubilla González (13 años); Armando Cubilla González (12 años); Atilio Ernesto Acuña (11 años); Antonio Benítez (10 años), y Leonardo Villalba Zargosa, Javier Villanueva, Marcelo Cabrera y Claudio Maldonado (8 años). La única diferencia fue respecto a Adolfo Gedda, para quien la fiscalía había solicitado una pena de 9 años de prisión y el Tribunal terminó absolviendo en un fallo de dos votos contra uno. Además, las fiscales habían postulado la absolución de Gustavo Sotelo y Raúl Toribio Torres.
El Ministerio Público Fiscal consideró como agravante de las penas la cantidad de estupefaciente incautado -3.113 kilo-gramos de marihuana-, la cantidad de personas involucradas y la modalidad en que se llevaron adelante los hechos, lo cual requirió de un “esfuerzo de logística, autos de apoyo y una red de personas conectadas”. En su exposición, la fiscalía tuvo por acreditado que por lo menos desde abril de 2014, los imputados Lorenzo Cubilla, su hermano -Armando Cubilla- y Atilio Acuña organizaron el diagrama delictivo necesario para lograr el transporte de marihuana desde la provincia de Misiones y con destino final, para parte de la misma, un aeroclub ubicado en la localidad de Salto, en la provincia de Buenos Aires.
La Fiscalía explicó que el transporte de marihuana se efectivizó entre en junio de ese año, pero no pudo arribar al citado aeroclub debido a la intervención de personal de la Policía Metropolitana que, por disposición del Juzgado Federal Nº 9, interceptó en la autopista Rosario-Santa Fe un camión que trasladaba en su interior tres toneladas de marihuana, acondicionada en 3570 “panes”.
En el comienzo de su alegato, Baigún, Mazzei y Ferraris explicaron por medio de diapositivas que se logró el secuestro de 3113 kilogramos de marihuana, más de un kilo de cocaína, más de 23.000 dólares, cinco automotores, 60 teléfonos celulares y chips. Del mismo modo y a través de un mapa reconstruyeron el trayecto realizado por el camión que transportaba la droga y el auto que le daba apoyo. El destino era el Aero Club de Salto.