La lucha contra la otra pandemia no debe cesar. Los que la fabrican, transportan y comercializan a Rosario y ciudades, localidades del interior deben sentir el rigor de la Ley.
Señala el Diario La Capital: «Pasadas las 14.30 de ayer dos hombres llegaron a la casa de Eduardo Trasante, el pastor pentecostal que fue concejal rosarino por el partido Ciudad Futura entre diciembre de 2017 y el mismo mes de 2018. Tocaron a la puerta de un pasillo angosto, en San Nicolás 3638, y los atendió una niña de 11 años a la que le preguntaron por una de las hijas del pastor a la que, dijeron, debían entregarle una suma de dinero. La nena fue a buscar entonces a Carolina, la esposa del pastor, y cuando la mujer se asomó a ver quiénes eran todo cambió.
Le apuntaron con una pistola calibre 9 milímetros y bajo amenaza recorrieron con ella el largo pasillo hasta el comedor donde estaban Trasante y Ana Luz, una de sus hijas. El pastor apenas pudo llevar su mano derecha a los ojos cuando un tiro se la perforó y se incrustó en su frente matándolo en el acto. Otro disparo se incrustó en una pared y las dos vainas servidas quedaron junto a su cuerpo.
Todo pasó entre las 14.47 y las 14.53 de ayer en el corazón de barrio Alvear, según registró una de las 13 cámaras de videovigilancia que los pesquisas relevaron en la zona. Seis minutos que parecen una eternidad para entrar a una casa, ejecutar a un hombre e irse por la misma puerta por la que habían entrado y perderse de vista.»