Según trascendió en las últimas horas, el mismo sería de 8 mil pesos, se efectuaría en el mes de abril y alcanzaría a un universo de 5 millones de jubilados y pensionados como beneficiarios, casi el 60 por ciento del total.
Cabe recordar que una jubilación mínima se encuentra en $32.630, es decir apenas por encima de la canasta alimentaria y muy por debajo de la canasta básica, en tanto que se requieren más de dos jubilaciones mínimas para alcanzarla.
La fórmula trimestral de movilidad jubilatoria vigente contempla el aumento de los salarios y de la recaudación. En 2020 y 2021 hubo bonos para las jubilaciones más bajas que no se integraron a los haberes, en tanto los de haberes medios y más altos no tuvieron ninguna compensación.
Luego de la fuerte caída del poder adquisitivo previsional entre septiembre de 2017 y diciembre 2019 del 19,5%, con los aumentos diferenciados por decreto de 2020 ( de entre el 24,3 y 35,3%) hubo una caída adicional para los haberes medios y más altos de hasta el 8,9%.
«El bono a jubilados va en sentido a que no se retrase la jubilación en relación a la inflación; que el sueldo alcanza no solo para cubrir la canasta, sino para tener una vida digna», marcó Cerruti.
Para el Gobierno, hay un sendero de crecimiento a sostener
Luego de que se conocieran los datos de pobreza e indigencia brindados por el INDEC, el Gobierno a través de la Portavoz señaló que ya van 11 mes consecutivos de crecimiento que «reflejan momentos previos a la crisis de 2019».
Para Cerruti, «estamos en un momento bisagra y debemos lograr llevar adelante los proyectos productivos, es un momento muy complejo del mundo y estamos tomando medidas para que esa crisis no se refleje, estamos haciendo acuerdos».
«Esto debe traducirse en pactos sectoriales, Sergio Massa lleva acuerdos conversaciones para que salgan una serie de proyecto que tienen que salir, y el presidente tiene reuniones con empresarios, sindicalistas y actores de la sociedad civil», postuló.( Crédito Infocielo)