(Por Victor Calvigioni) En nuestra región existen dos misterios impenetrables con personas desaparecidas. El primero en Wheelwright. Se trata de Whilmar Lemoine, un septuagenario que salió a caminar (con problemas de trasladación) un 13 de enero de 2009 y nunca más se lo encontró.
La otra persona, es una mujer que se encontraba embarazada y con domicilio en Salto. Nadie puede indicar donde se encuentra Andrea Susana Lorenzo, 36 años de edad. El primer aviso de su búsqueda emitido por la justicia señalaba: “Se inician actuaciones en la Unidad Funcional de Instrucción Nº 6, a cargo del Dr. Guillermo Sergio Massaroni, del Departamento Judicial Mercedes, para averiguar el paradero de Andrea Susana Lorenzo, de 1,60 de estatura, de contextura robusta, piel trigueña, ojos color marrón, nariz normal, estado civil soltera, embarazada de 4 meses, quien el 14 de agosto de 2010, entre las 21,45 y 23 horas, se retiró de su domicilio”.
Andrea, había comenzado su camino a lo desconocido. Supuestamente estaba vestida con una polera color chocolate, un chaleco de gabardina azul oscuro con capucha símil piel, botas beige con botones al costado.
En su pequeña casa de España al 200 de la localidad de Salto, quedaron sus tres hijos de dos parejas anteriores. Los dos más pequeños de 8 y 10 años y una hija de 20 años.
La denuncia la realizó su hija mayor y en el expediente judicial consta que fue presentada el 22 de agosto. Ni su pareja ni su familia directa había concurrido a un ente oficial para poder determinar su paradero.
Los porque
La mujer desaparecida,, en su domicilio discutió fuertemente con su marido Gustavo Pulido. En sus declaraciones, la pareja señaló que se fue de la casa. La hermana de la víctima de nombre Cristina (que luego) habría estado en una relación sentimental con el principal sospechoso (Pulido), siempre lo defendió en sus declaraciones en el grueso expediente judicial. En un testimonio argumentó “Había estado conmigo a la tarde(por Andrea) de ese día. Después estuvo en su casa con su marido. Ellos discutieron y el marido se fue. Cuando volvió, pensaba que supuestamente ella iba a estar más tranquila, pero ya no estaba”.
Un detalle llamativo en este caso, es que los documentos personales nunca fueron encontrados.
Los policías bonaerenses recorrieron el Río Salto, y hasta se llegó a realizar excavaciones en cercanías del balneario municipal. No hubo ninguna pista. Las pruebas con luminol (para observar restos de sangre) realizadas por los peritos en la casa (pisos, paredes) dieron negativos.
Un fantasma que aparecía y desaparecía
Los fiscales recibieron decenas de testimonios. Una mujer la observó en la plataforma de la terminal de ómnibus de Pergamino, aparentemente esperando un ómnibus. También otra persona la identificó en la rotonda de la Ruta 31.
Otro testigo que viajó a Catamarca señaló que la vio caminando por la zona céntrica. Andrea Susana (como en muchos casos anteriores) era una mujer que aparecía y desaparecía por diversos sitios del país.
Se averiguó en migraciones si había salido del país. El resultado fue negativo. La Policía recorrió centros de salud en la región. En el mes de diciembre debía ser asistida en el parto. Ni una mujer embarazada que respondía a las características se hizo atender por su embarazo. Nuevamente el resultado fue negativo. Los pesquisas bonaerenses averiguaron en las agencias de remis de Salto. Ningún chofer la reconocía y todos negaron haber realizado algún viaje con ella de pasajera. . En las terminales de ómnibus, ninguna mujer con su número de documento saco pasaje a ningún destino. En su búsqueda participaron policías bonaerenses, bomberos voluntarios que buscaron en el río, perros rastreadores. No hubo ningún indicio. Ningún rastro dejado por la mujer.
Como una leyenda urbana la población comenzó a tejer hipótesis. “El homicida la enterró y la cubrió con cemento” o “El cuerpo ensangrentado lo “tiró” al Rio Salto y los peces se la comieron”.
También circuló el rumor de “Se fue a Mar del Plata como lo hizo ya una vez por 15 días para luego regresar”. Sin embargo, lo preocupante es que el asesino tuvo muchos días para elucubrar el destino del cadáver. El asesino tuvo más de una semana para eliminar rastros, hasta que comenzaron las investigaciones por su desaparición.
Andrea Susana Lorenzo sigue estando desaparecida. El secreto de su destino solo lo sabría su homicida.