El Senado de la República Argentina ha aprobado una histórica reforma en el Impuesto a las Ganancias, con 38 votos a favor y 27 en contra. Esta modificación, impulsada por el ministro de Economía, Sergio Massa, establece un nuevo tributo sobre los ingresos más altos del país, afectando a aquellos individuos cuyos haberes superen los 15 salarios mínimos, vitales y móviles (SMVM) mensuales.
La reforma eleva significativamente el piso del Mínimo No Imponible, que se traduce en casi dos millones de pesos argentinos, equivalente a quince salarios mínimos, y entrará en vigor a partir de 2024. Este cambio representa un alivio para los trabajadores y jubilados con ingresos más bajos, al tiempo que establece una alícuota progresiva sobre los excedentes, oscilando entre el 27% y el 35%, con actualizaciones semestrales basadas en la evolución del SMVM.
Uno de los aspectos más destacados de esta iniciativa es la creación de un nuevo «impuesto cedular sobre los mayores ingresos del trabajo en relación de dependencia, jubilaciones y pensiones de privilegio y otros». Para aquellos que perciban ingresos por encima de los 15 salarios mínimos, las alícuotas varían dentro del rango mencionado anteriormente.
El proyecto también establece que el valor del SMVM al 1 de enero de cada año fiscal servirá como punto de referencia para los cálculos fiscales, y las retenciones realizadas durante el primer semestre del año se ajustarán según el valor del SMVM vigente en julio. Además, se contempla un incremento del 22% en el Mínimo No Imponible para trabajadores en relación de dependencia y jubilados en ciertas regiones argentinas.
La votación en el Senado generó fuertes reacciones. Los partidos políticos se dividieron en sus opiniones, con el oficialismo respaldando la reforma como una forma de «sostener el Estado presente» y proteger los salarios de los trabajadores. En contraste, la oposición argumentó que estas medidas eran electoralistas y podrían llevar al país a la hiperinflación.
Esta reforma en el Impuesto a las Ganancias marca un cambio significativo en la política fiscal argentina, con el objetivo de aliviar la carga impositiva sobre los trabajadores con ingresos más bajos y generar un sistema más equitativo en el país.