Venado Tuerto: 200 evacuados por el intenso temporal que azotó a la región

Las intensas precipitaciones registradas entre el fin de semana y ayer generaron serios inconvenientes en distintos sectores del casco urbano de Venado Tuerto donde el número de evacuados trepó anoche a casi 200 vecinos, entre adultos y niños, que están alojados en diferentes espacios hasta poder regresar a sus hogares.

En el resto de la región del sur santafesino también hubo localidades donde la lluvia descargó abundante volúmen de agua, aunque las consecuencias fueron menores.

Diferente fue lo ocurrido en Colonia Margarita, una pequeña localidad del departamento Castellanos ubicada en el centro oeste de la provincia a unos 119 kilómetros de Rosario, donde el temporal también se hizo sentir con virulencia (ver aparte).

Los más de 200 milímetros caídos en la ciudad venadense provocaron el anegamiento de calles que quedaron convertidas en verdaderos ríos, aunque lo más preocupante fue el ingreso de agua en decenas de viviendas cuyos moradores fueron trasladados por razones de seguridad al Centro Integrador Comunitario (CIC) de Falucho y Vuelta de Obligado que terminó saturado, razón por lo cual también se habilitaron con el mismo fin la Casa del Bicentenario y la vecinal de Barrio Norte.

Si bien con el correr de las horas el panorama tendía a mejorar gracias al descenso de la masa hídrica que puso en jaque a pobladores de las zonas más afectadas, se debió trabajar a destajo para atenuar los impactos de la tormenta por medio de un operativo de emergencia que desplegó el municipio para atender necesidades junto al acompañamiento de bomberos voluntarios y Protección Civil.

En las tareas de evacuación fueron afectadas seis dotaciones bomberiles además de personal municipal y se puso a disposición el minibus del Sies 107 para traslado a los centros de evacuación, aunque algunas familias optaron por mudarse directamente a casas de parientes o amigos.

Al cierre de esta edición los últimos informes revelaban que el número entre evacuados y autoevacuados rondaba las 200 personas.

Las acciones fueron coordinadas desde el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), establecido en el cuartel de bomberos, donde se reportaron numerosas llamadas en busca de asistencia, aunque se priorizaron los pedidos de evacuación con la vista puesta en la seguridad de los vecinos.

Y por prevención también se dispusieron cortes programados en el suministro de energía eléctrica, especialmente en áreas más castigadas por los embates del aguacero como Villa Moisés, un asentamiento precario que suele sufrir complicaciones en días de fuertes precipitaciones.

«El número de evacuados se va modificando a medida que surgen necesidades», indicó el jefe de Gabinete del gobierno municipal, Diego Milardovich, quien estuvo junto al intendente Leonel Chiarela, al frente de la supervisión de las tareas y operativos desarrollados en distintos puntos de la ciudad.

Otro sector donde también impactó con fuerza el meteoro fue el barrio Santa Fe, donde varias casas evidenciaban secuelas con centímetros de agua en su interior, lo que generó perdidas aún no cuantificadas. La cancha del Club Juventud Pueyrredón, en Oroño y San Luis, se asemejaba a una gigantesca piscina mientras que la vivienda del personal que cuida el lugar también fue afectada. En tal sentido Milardovich explicó que lo ocurrido en ese sector de la ciudad se vio agravado por el desborde del canal Cayetano Silva.

A causa de lo sucedido, distintas instituciones de bien público y organizaciones no gubernamentales ofrecieron su colaboración para ayudar a los damnificados, aunque desde el gobierno venadense aclararon que «no se solicita por el momento ningún tipo de donación de manera oficial, ya que el municipio gestiona sus propios recursos». No obstante puntualizó que «sí se habilitaron las cocinas centralizadas de las cooperadoras más la cocina del CIC para el aporte alimentario”, de los venadenses que necesitan asistencia.

   La gran cantidad de agua caída también obligó el cierre temporario de los centros de salud afincados en los barrios Santa Rosa, San José Obrero, Rivadavia y Ciudad Nueva, los que quedaron aislados por el anegamiento de arterias circundantes.

   Ya desde la madrugada del sábado se pusieron en marcha los primeros trabajos para acudir a los vecinos con una fuerte presencia de la Secretaría de Control Urbano y Convivencia a través de recorridas y recepción de reclamos, lo que sumó a agentes de tránsito y de la Guardia Urbana Preventiva (GUP) para el cierre de calles en lugares críticos a fin de evitar que siga entrando agua a los hogares por el “efecto oleaje” de la circulación vehicular.

   También se distribuyeron bolsas de arena para que actúen de barrera de protección de viviendas y se recomendó a la población evitar salir de sus domicilios y no circular en zonas bajas anegadas.

   El temporal además generó, entre otros destrozos, la caída de árboles y ayer, donde las lluvias superaron los cien milímetros (215 acumulados desde el fin de semana), se realizaron trabajos de limpieza para facilitar el drenaje.

Con la dirección de la Secretaría de Infraestructura y Medio Ambiente un grupo de cuadrillas intervino tanto en situaciones de emergencia como haciendo tareas de desobstrucción de desagües pluviales y bocas de tormenta, levantando ramas y basura que puedan obstaculizar el paso del agua.

                                            Desesperante

“Fue un momento desesperante ver como ingresaba agua en mi casa, a pesar de los esfuerzos por intentar evitarlo”, contó ayer a La Capital el periodista, Mauro Dalmazzo, para dimensionar la experiencia que le tocó vivir en el domicilio de barrio San Vicente donde reside. “Seguramente hay vecinos que sufren necesidades y la están pasando peor que yo, pero la verdad que nunca había atravesado una situación de este tipo, aunque rescato no haber sufrido daños personales más allá de algunas perdidas materiales que valen mucho menos que una vida”. Rememoró que “fue muy impresionante porqué primero entró el agua por la parte trasera de la casa y luego venía del frente. En un momento de la mañana la cuestión se estabilizó porque evidentemente alguna maquinaria del municipio hizo un trabajo que permitió que drenará el agua, lo que alivió mucho el barrio aunque hubo casas vecinas en donde ingresaron más de 40 centímetros de agua y muchos perdieron gran parte de lo que tenían”.

   En tanto una vecina venadense, Vanina Gómez, manifestó a través de las redes sociales que “se necesita ropa, frazadas y alimentos” para ayudar a familias afectadas al tiempo que destacó que “se agradecerá la solidaridad y colaboración”.

   Anoche sólo permanecía bajo alertas meteorológicas las zonas del sur del Chaco; centro, noroeste y sur de Corrientes; norte de Entre Rios; norte de Santa Fe y sudeste de Santiago del Estero.(La Capital)