Una Argentina más envejecida por arriba de la media regional y mundial para las próximas décadas

En nuestro país se prevé un aumento considerable del envejecimiento, manteniendo indicadores superiores a la media regional y mundial. Esta tendencia se da junto con una caída abrupta de la tasa de crecimiento poblacional. Al mismo tiempo, Argentina es el tercer país de la región con menos dependencia funcional entre personas mayores de 65 años. La profesora María Dolores Dimier de Vicente, del Instituto de Ciencias para la Familia, reflexiona sobre esta situación y la implicancia en el entorno familiar.

 Con el marco del Día Mundial de la Población, que se conmemora este martes 11 de julio, la profesora María Dolores Dimier de Vicente, del Instituto de Ciencias para la Familia, elaboró un informe sobre el crecimiento población. Para Argentina, los datos son llamativos: existe un aumento de la población de adultos mayores y se prevé un crecimiento aún mayo para las próximas décadas. Dimier reflexiona sobre esta situación y la implicancia en el entorno familiar.

  • “Las proyecciones hacia el año 2050 indicarían que el porcentaje de personas mayores de 65 años será de 19% del total de la población, convirtiendo a la Argentina en una economía envejecida, conforme a los otros países de América Latina.”
  • “En Argentina, el envejecimiento demográfico es una tendencia lenta pero sostenida que se observa aproximadamente desde la década de 1970, fenómeno denominado como invierno demográfico, y en la actualidad atraviesa una etapa de envejecimiento moderadamente avanzada.”
  • “Argentina se encuentra entre los índices más bajos de dependencia (7,3%) de América Latina (Cepal, 2022)”
  • “La dependencia puede definirse como el estado en que se encuentran las personas que por necesidades de asistencia y ayudas importantes para realizar actos corrientes de la vida ordinaria. Al respecto, el Programa de Protección Social (2011) entiende por autonomía como ‘la capacidad y / o derecho de una persona a elegir por sí misma las reglas de su conducta, la orientación de sus actos y los riesgos que se encuentra dispuesta a asumir’.”
  • “Surgen nuevas realidades en la vida familiar de las personas mayores. Por ejemplo: hijos adultos que habitan prolongadamente bajo el techo de sus padres sin lograr la emancipación (“fase de crianza prolongada”, también llamada “adultez emergente”); hijos adultos mayores que cubren las necesidades y cuidados de sus padres muy ancianos; abuelos que cumplen con funciones de crianza y tutela de menores; hijos adultos que se cobijan en el hogar paterno luego de una crisis de la familia de la generación más joven.”
  • “Tomando el concepto de “economía del cuidado” que comprende aquel trabajo que se realiza de forma no remunerada en los hogares, como también, el trabajo doméstico y de cuidados de manera asalariada o remunerada en el mercado laboral (CEPAL, 2020), se puede observar como los adultos mayores, en un número importante, satisfacen las necesidades de miembros del hogar, otros familiares o miembros de la comunidad.”
  • “Paralelamente, surge un nuevo enfoque del envejecimiento como una oportunidad para la innovación, el emprendimiento y la inclusión, la economía plateada (BID, 2020). Se denomina así, a una parte de la economía global vinculada al envejecimiento de la población. Desde esta perspectiva, se propone un triple desafío para promover una nueva visión acerca de este grupo etario frecuentemente considerado como una carga adicional para la sociedad, al estar centrado en las necesidades y las demandas crecientes de pensiones, servicios de salud y servicios de atención a la dependencia de los adultos mayores. De esta manera, esta triada se propone generar oportunidades de desarrollo económico integral, junto con la promoción de nuevos emprendimientos y propuestas laborales, así como una mayor y mejor contribución de los adultos mayores, dado que las mejoras de las condiciones de salud permiten una longevidad más productiva, que engloban actividades proactivas capitalizadas por sus experiencias y realizadas por los mismos mayores.”
  • “Las personas mayores no sólo no son una carga social y económica, sino que aun estando en situación de dependencia, aportan valores, que sólo por su visión y realidad de la vida son capaces de generar y transmitir, y que resultan imprescindibles para ayudar a construir una sociedad más humana.”