El fiscal de Venado Tuerto Mauro Blanco se proclamó inocente esta tarde de haber mantenido vínculos espurios con una persona investigada por la Justicia federal por la venta de drogas en esa ciudad. Esto ocurrió durante el extenso descargo que el funcionario realizó ante la comisión bicameral de Acuerdos de la Legislatura santafesina que analiza la actuación de varios integrantes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) acusados o sospechados de cometer delitos.
Blanco, quien está apartado de sus funciones y ahora está bajo la lupa de los legisladores, contestó punto por punto los requerimientos de la comisión legislativa. El fiscal venadense quedó bajo el análisis tras una investigación encabezada por el fiscal federal de esa ciudad, Javier Arzubi Calvo, quien descubrió contactos telefónicos entre el fiscal del MPA y una persona de la que se sospecha se dedica a la venta de drogas, David Roldán. Incluso se suministró evidencia de una visita de Blanco a la casa del dealer, que en su momento fue allanada por la Justicia federal y donde se encontraron armas, plantas de marihuana y una balanza de precisión.
Otra sospecha es que Blanco habría utilizado información suministrada por Roldán para mostrar resultados en una investigación que tenía a su cargo. De ser así, significaría que una persona investigada por la Justicia federal operó como principal informante del fiscal en una causa que éste tramitaba. También se le reprochó que hizo requisas en domicilios con el consentimiento de sus moradores, lo que es un modo de eludir el pedido a un juez de órdenes de allanamientos, lo que implica una negligencia en la búsqueda de pruebas.
Blanco replicó que las fiscalías de Venado Tuerto, de Rufino y Melincué realizan requisas voluntarias en la inmensa mayoría de los casos. Ya había afirmado que el Código Procesal Penal de Santa Fe lo permite en el artículo 169. Y que la medida que le reprochan fue legal.
Una de las pruebas que se esgrime contra Blanco es una conversación entre Roldán con su pareja en la que ésta menciona que Blanco lo estaba buscando en su casa en un momento en que aquel estaba ausente. “Que pase, que tengo las revistas”, le dice Roldán a su mujer para que supuestamente le transmita el mensaje a Blanco.
Según el acta que dispusieron los legisladores, finalmente la mujer de Roldán le pasó el teléfono a Blanco y ambos hablaron. “Cómo anda mi amigo, justo salí a hacer un trámite y estoy medio lejos”, le dijo Roldán. Y Blanco repuso: “Bueno, no te hagas problema”.
Según fuentes parlamentarias, el fiscal Blanco dijo este miércoles que es coleccionista de revistas de todo tipo. Y requirió que se cite al juez federal de Venado Tuerto y a su secretario para aportar información y confrontar con sus dichos.
En su momento, luego de que esta relación entre Blanco y el dealer saliera a la luz, la Auditoría General de Gestión encabezada por María Cecilia Vranicich calificó la conducta de Blanco como inaceptable y llevó el caso a la Legislatura luego de que el fiscal regional de Venado Tuerto, Alejandro Sinópoli, pidiera el apartamiento en ese trámite del funcionario bajo sospecha.
El trámite requiere ahora una medida más de prueba. Luego los legisladores de la comisión de Acuerdos emitirán un dictamen a la Asamblea Legislativa que es la que tiene que decidir entre tres medidas: absolución, suspensión o remoción del cargo (LA CAPITAL))