La decisión de la jueza federal María Servini de Cubría, de intervenir el Partido Justicialista en el orden nacional pateó el hormiguero del peronismo bonaerense, donde las distintas tribus trabajaban pacientemente para conseguir algo parecido a la unidad de cara a las elecciones del año próximo.
Fuentes de peso consultadas por INFOCIELO blanquearon el temor de que la intervención del PJ Nacional, una instancia considerada “decorativa”, sea en rigor la “punta de lanza” de una estrategia con objetivos más concretos. “Quieren generar caos y después ir por la intervención del partido a nivel provincial”, le dijo un dirigente a este portal.
En el cálculo de intendentes, legisladores y sin tierra, se trata de dar el primer paso detrás del objetivo de “dividir al peronismo” y generar un candidato “títere” que mida “entre 6 y 8 puntos” y que favorezca las aspiraciones del Gobierno nacional.
El ariete de la embestida del Gobierno es, para la actual conducción del PJ, Eduardo Duhalde, que ya amagó más de una vez con lograr la intervención judicial. “Lo hace en connivencia con una bajada de línea del gobierno para que el PJ no esté dentro de un futuro frente electoral y puedan dividir al peronismo”, analizan.
Es que, juran y perjuran, “no hay motivos” para intervenir el órgano partidario que conduce José Luis Gioja. “Hace una semana y media se hizo la reunión del Consejo Nacional con quórum real, se había tomado la decisión de convocar al Congreso partidario”, afirmaron desde el espacio. Esos requisitos imprescindibles se combinaron con el fin de la intervención del PJ de Jujuy y la regularización del de Misiones.
El peronismo bonaerense ya dio esos mismos pasos. Bajo la conducción de Gustavo Menéndez, ya se llevó a cabo la normalización del Congreso partidario, que quedó bajo el control del exintendente de La Matanza, Fernando Espinoza. Pero así como Servini de Cubría ignoró la “normalización” llevada a cabo por Gioja y compañía, en los cuarteles bonaerenses surgió la preocupación.
De la misma manera, el fallo de la Magistrada, está plagado de argumentos que se podrían aplicar a la coyuntura del partido provincial. Habla, por ejemplo, de los «resultados adversos» de las elecciones de 2015 y 2017, aunque el más contundente es que en los comicios del año pasado «dirigentes partidarios apoyaron candidaturas de partidos o frentes políticos de los que el Justicialismo no formó parte o directamente se han postulado como candidatos de esas agrupaciones que compitieron en el último proceso electoral contra el partido fundado por el General Perón”.
En esa descripción se pueden anotar el expresidente del partido, Fernando Espinoza, pero también las actuales autoridades, cuyos candidatos compitieron en las Legislativas con candidatos que jugaron con el sello Unidad Ciudadana, incluso contra la estructura del PJ, que quedó bajo la tutela de Florencio Randazzo.
Es por eso que los teléfonos se cerraron de golpe y cundieron las reuniones con abogados y apoderados para analizar la situación.(infocielo)