La reciente absolución del médico Lino Villar Cataldo puso en relieve el sistema de juicio por jurados que se aplica en la provincia de Buenos Aires desde 2015. Cataldo estaba acusado de matar a un delincuente que intentó asaltarlo frente a su consultorio en el partido de San Martín. Un jurado de 12 personas lo declaró inocente.
Se trata de un sistema que tuvo la semana pasada un fuerte espaldarazo por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que declaró la validez constitucional de los juicios que se desarrollan bajo esta modalidad en diferentes provincias del país.
Hasta el 10 de abril de 2019, se desarrollaron 298 juicios por esta modalidad. En la mayoría de los casos se imponen las condenas. El Observatorio de Juicios por Jurados de la Universidad Nacional del Sur, con sede en Bahía Blanca, determinó a principios de este año que los veredictos condenatorios llegan al 76%.
“Es un instituto claramente positivo para la Provincia. Tanto desde la Suprema Corte como desde el Ministerio de Justicia, hemos trabajado para que se lleven a cabo”, destacó , Adrián Grassi, subsecretario de Justicia de la provincia.
Los departamentos judiciales de Bahía Blanca y Azul son los que registran la ma-yor cantidad de juicios por jurados. Bahía Blanca ya acumulaba 32 condenas para fines de 2018 y 17 absoluciones, además de 6 casos mixtos (ver aparte), según la Suprema Corte de Justicia.
El gobierno bonaerense ha llegado a realizar hasta tres sorteos anuales para la selección de los miembros a partir de los tres últimos números de DNI. Antes del juicio se abre un proceso de depuración. Quedan excluidos abogados, escribanos, procuradores, funcionarios públicos, empleados del Poder Judicial, miembros de fuerzas de seguridad, autoridades de partidos políticos así como condenados e imputados.
La convocatoria alcanza a 48 personas para el momento del juicio. Ese número prevé la cantidad de recusaciones con causa y sin causa que pueden realizar las partes hasta completar los 12 jurados finales, entre hombres y mujeres.
“El jurado tiende a mejorar la calidad de la Justicia. Mejora en la calidad de investigaciones. Ahora hay una mayor preocupación sobre las pruebas que se van a presentar en un juicio”, consignó a este medio Aldana Romano, directora ejecutiva del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP).
El Inecip es una organización que se abocó al estudio de los juicios por jurado en la provincia de Buenos Aires y en otros distritos del país. En su libro “El Poder del Jurado”, –junto a Sidonie Porterie– Romano relevó la opinión de jueces, fiscales y defensores sobre el sistema. El 75% manifestó una valoración positiva.
“Es un instrumento positivo”
El subsecretario de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Adrián Grassi, destacó la realización de los juicios por jurado en la provincia de Buenos, que tienen lugar desde 2015. “Es un instrumento claramente positivo para la provincia de Buenos Aires”, señaló el número 2 del Ministerio de Justicia.
Grassi recalcó que antes del juicio, “hay un trabajo silencioso”, que requiere de una cuestión logística “para cumplir con que se pueda hacer”. El funcionario bonaerense destacó el “acercamiento” de la Justicia con la ciudadanía que promueve la puesta en práctica el sistema, en especial el lenguaje.
Los juicios por jurados se pusieron en vigencia a partir de la ley 14543, sancionada el 12 de diciembre de 2013. (LA TECLA)