El Gobierno bonaerense comenzó a implementar el proyecto «Ellas no estaban pintadas», que consiste en la elaboración de murales en instituciones educativas de la provincia que valoricen a mujeres destacadas por su aporte en la historia de los municipios.
El proyecto es impulsado por el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual y la Dirección General de Cultura y Educación y se lleva adelante en el marco de «Escuelas a la Obra», el programa del gobierno de Axel Kicillof que pone en valor los edificios escolares en territorio bonaerense.
Desde el Gobierno se precisó que la propuesta busca «aportar a la sensibilización en políticas de género y destacar a aquellas mujeres significativas y relevantes de cada uno de los distritos educativos».
En ese marco, la ministra de las Mujeres, Estela Díaz, participó de la presentación del proyecto en la Escuela de Artes Visuales N°41 de Moreno.
La temática de las obras es definida en encuentros en los que participan la comunidad escolar, autoridades municipales, organizaciones de la sociedad civil y artistas locales.
Así, en Moreno se decidió la realización de un mural que represente un recorrido temporal que recuerde a las mujeres desaparecidas en los años 70 y culmine con la imagen de Sandra Calamano, la docente fallecida en 2018 en la explosión de la Escuela N°49, incluyendo a las cocineras de los comedores populares, las docentes y directoras.
«Poder pintarlas y poder escribir la historia de estas mujeres, es también reescribir la historia social de su participación en la comunidad, constituyéndose en una creación colectiva», expresó Estela Díaz. Y agregó: «Este proyecto propone rescatar el arte como parte de la política y de lo social, de la propia comunidad educativa. Rescatar que hay mujeres que han sido significativas para la comunidad, que son parte de esta identidad, que han sido invisibilizadas, no reconocidas. Rescatar lo social como parte de la construcción de la identidad comunitaria».
En tanto, Cristina Terzaghi, encargada de coordinar a los muralistas que participan de la realización de las obras, expresó que trabajar en un espacio público «nos lleva a entender cuál es el soporte del mural, tiene que tener un respeto al entorno geográfico y social donde está ubicado. El sostén del mural es el espacio y la sociedad». (DIB)