La empresa Techint finalmente avanzará con el despido de 1500 trabajadores, a pesar de la rápida intervención del ministerio de Trabajo en el conflicto. Tras un acuerdo con la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) en el marco de la conciliación obligatoria, la firma se comprometió a abonar a cada trabajador la liquidación final que corresponda, incluyendo salarios hasta el lunes inclusive.
El pacto celebrado este lunes establece también el pago de una gratificación extraordinaria de hasta 33.000 pesos, según la categoría de cada obrero.En el mismo acto, Techint entregará a cada trabajador el certificado de libre disponibilidad del fondo de cese laboral, liberándose así las cuentas particulares a nombre de los dependientes en las entidades bancarias.El Fondo de Cese Laboral es un mecanismo incorporado en la Ley 22.250 que regula la actividad laboral de la construcción.
Está integrado por el aporte obligatorio de cada trabajador de la industria de la construcción de todo el país. Los montos están a cargo del empleador y son liberados a los empleados el día de finalización de la relación laboral.
El acuerdo alcanza a los trabajadores en conflicto de Fortín de Piedra (Neuquén), Gasoducto Mega (Neuquén), Proyecto Siderúrgico Siderar (San Nicolás), Proyecto Siderúrgico Siderca (Campana), Tepam (Pacheco), Central Genelga (MarcosPaz) y Central El Bracho (Tucumán).Lo fijado por las partes fue homologado en la jornada del lunes a través de la Resolución 355 de la Secretaría de Trabajo.
Negociaciones
En un intento por reducir los costos de la cuarentena, las principales empresas del país avanzan hacia acuerdos de suspensiones masivas con importantes recortes salariales, que emulan el caso testigo de Flybondi. Uno de los pesos pesados que optó ahora por esa vía es la industria siderúrgica, con el grupo Techint a la cabeza.
El holding de Paolo Rocca negocia por estas horas hacia acuerdos con la Unión Obrera Metalúrgica por suspensiones masivas con recortes salariales en la planta General Savio que opera la siderúrgica Ternium en Ramallo.Algunas versiones periodísticas indicaban que la pretensión de la empresa sería la de realizar una reducción salarial durante las suspensiones del orden del 35%. Desde UOM San Nicolás, sin embargo, indicaron que “todavía no se habla de números” e incluso dieron a entender que el gremio no daría su acuerdo para una quita del 35%.
“Se sigue charlando. Hasta ahora no se cerró nada, no se firmó ningún acuerdo, pero sí se sigue conversando. Las ventas [de la empresa] han caído muchísimo y los programas para abril son muy bajos. Y el panorama hacia delante pinta muy complicado. En este contexto, la prioridad sigue siendo mantener el empleo.
Es obvio que cualquier esquema de suspensiones implicará una disminución salarial; estamos tratando de que sea lo menos posible”, comentó Fabián Gigli, secretario de Prensa de UOM San Nicolás.
Por otra parte, Techint ya tendría un trato cerrado en Siderca (Tenaris), en Campana. Mientras, otro gigante del rubro, Acindar, busca reducir hasta un 52% las remuneraciones en sus fábricas de la zona norte de Buenos Aires y en Santa Fe.
“Letra chica”
Ese es uno de los mecanismos de reestructuración que empezaron a instrumentar también la industria automotriz, los frigoríficos y laboratorios. Se trata de una modalidad que les permite esquivar el conflicto político generado por las cesantías masivas dispuestas en un principio por Techint, y luego por la electrónica Mirgor y la cadena de cines Cinemark Hoyts.
De esa manera, grandes empresas y gremios se sumaron en pocos días al esquema de emergencia laboral previsto por el Gobierno en la “letra chica” del decreto 329 publicado la semana pasada. La nueva norma prohibió las suspensiones y despidos por fuerza mayor, pero autorizó a la vez acuerdos con los sindicatos para recortar la jornada y las remuneraciones mediante el artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo.
En igual sentido, la productora de aceros largos Acindar se embarcó en la negociación para reducir las remuneraciones en su planta de Villa Constitución, en Santa Fe, en donde trabajan 2500 empleados. Y busca hacer lo propio en Bonelli y Fenicsa, dos fábricas ubicadas en San Nicolás.EL NORTE)