Sur de Santa Fe. El mayor distribuidor de estupefacientes terminó su carrera «coimeando» a camioneros

(Por Victor Calvigioni) El mayor narcotraficante de la provincia de Santa Fe, falleció tras una larga enfermedad en el 2016. Se trataba de Jorge Salford .
La nota de color es que la Corte Suprema de la Nación convalidó una condena en su contra en el 2018. La acordada llegó dos años después de su muerte. En el 2011, Casación Penal la había anulado.
Una historia muy particular. El cartel que comandaba la distribución de estupefacientes terminó “coimeando” camioneros en el Sur de Santa Fe para que presentaran denuncias falsas por ser víctimas de piratas del asfalto.
Camioneros infieles
El desvió de carga por parte de camioneros infieles y que luego se presentaban en comisarías de la región para denunciar que habían sido asaltados por piratas del asfalto se hizo una modalidad cada vez más habitual (sobre todo en el sur de Santa Fe).
En el año 2002, el procedimiento delictual no estuvo ausente de Colón. En esa época, se supo que por lo menos hubo dos camiones desviados con importante carga de granos hacia una empresa de nuestra ciudad.
El chofer infiel fue seguido por la policía y detenido cuando quería iniciar la correspondiente denuncia en un pueblo en un pueblo del sur santafesino.
La investigación a principios comenzó en el año 2000, pero se aceleró, cuando un camionero de Venado Tuerto que identificaremos como “Sergio M” transportaba una importante carga de granos hacia Puerto San Martín, y denunció en un puesto policial que un auto marca Fiat Duna, color blanco lo venía asediando para seguramente asaltarlo.
Según se supo, los supuestos piratas del asfalto se habían equivocado de camión. La policía los persiguió y los detuvo en cercanías de la ciudad de Roldán. Los mismos contaron como llevaban adelante el procedimiento.
Según la declaración de los cacos, el jefe de la banda identificado como Jorge Halford, “buscaba” camioneros infieles que por una suma fija de dinero que oscilaba entre los dos mil y tres mil pesos, “entregaban” la carga a los supuestos “piratas del asfalto”. El empleado del transporte esperaba un tiempo prudencial y luego se presentaba a realizar la correspondiente denuncia policial.
La trama delictiva se completaba cuando Halford entregaba en pago entre tres a cuatro mil pesos a los “piratas del asfalto” de utilería, por dejarle el camión a los que ingresaban la mercadería al circuito comercial (combustibles, harina, soja, etc).
El sistema de tarifas parecía funcionar, pero la impericia de los malvivientes y su poca profesionalidad los traicionó. Los cacos se habrían equivocado varias veces de camioneros. Los transportistas denunciaban que individuos desconocidos y que se manejaban en auto le hacían extrañas señas, seguramente con el fin de asaltarlos.
La policía detuvo a los delincuentes dos veces y esto le sirvió para que se abrieran sendas causas judiciales y el comienzo de una importante investigación. Los dos detenidos eran ex camioneros que habían quedado desocupados.
                                                Los reducidores
La comercialización de la carga tenía varios ramos. El combustible, nafta o gas oil, Salford, la entregaba a una estación de servicio de Firmat.
El comercio fue allanado y el propietario quedó detenido. Cabe destacar que en esos años , hubo decenas de casos de piratería del asfalto en la zona sur de Santa Fe. La banda desbaratada aportó valiosos datos y de esta manera se pudo saber que muchos hechos de “piratería” denunciados y que estuvieron “arreglados” con los choferes, queden esclarecidos.
El Jefe
El jefe de la organización que actuaba en nuestra zona estaba identificado como Jorge Halford.
Según consta en las causas judiciales abiertas en su contra en los tribunales federales y provinciales, a fines de los años ochenta y principios de los noventa, Halford fue considerado el mayor traficante de cocaína de la provincia de Santa Fe. En 1992 y luego de una larga investigación fue atrapado por las Tropas Especiales.
Según se indicó ese hombre de apariencia campechana era la cabeza del mayor cartel de la droga santafesina. El entramado abarcaba varios rubros comerciales para “lavar” la ganancia millonaria que le reportaba el negocio.
La policía consiguió además demostrar con la ayuda del Grupo Anticuatrerismo de Santa Fe (Los Pumas) que el dinero de la droga se “lavaba” comprando y vendiendo hacienda que luego era faenada en frigoríficos y mataderos en muchos casos en negro. En esa época un comisario de apellido Lobos, en conjunto con funcionarios nacionales pudo dar con una red que terminaba en los mataderos del gran Rosario.
También la organización compraba y vendía autos y casas. Salford fue juzgado y condenado a 15 años de prisión. Algunos indican que siempre siguió manejando negocios detrás de las rejas. Lo cierto es que el condenado se evadió seis años después.
El escándalo desatado fue muy grande. La investigación llevada adelante comprobó que el caco habría comprado a guardias de la Unidad Penal Nº 3 que finalmente fueron dados de baja.
                                      Siempre…Polleras
Las crónicas policiales indican que los delincuentes más pesados siempre “caen” cuando van detrás de una pollera. El caso de Salford no fue la excepción.
A los pocos meses de fugarse, los trabajos de inteligencia señalaron que tenía una pequeña hija y que los domingos concurría a una placita a las afueras de Rosario para poder verla y jugar con ella. En ese lugar varios policías “hicieron” el aguante vestidos de civil, finalmente lograron atraparlo.
Los memoriosos señalaron que el otrora jefe del Cartel más poderoso de Santa Fe se entregó mansamente y hasta se despidió de su hija con un beso. En el año 2002 recuperó la libertad por buena conducta.
En esta instancia otro sentencia se cumplió. El dicho de viejos policías de “la cabra siempre tira al monte”, Salford lo llevó a cabo.