Fueron interceptados a fines de agosto de 2017, cuando trasladaban el estupefaciente oculto en un doble fondo de la plancha de un camión.
El titular de la Fiscalía Federal de Primera Instancia de San Ramón de la Nueva Orán, José Luis Bruno, le solicitó al responsable del Juzgado Federal de esa jurisdicción, Jorge Gustavo Montoya, la elevación a juicio de la investigación seguida a cuatro hombres -dos de ellos, hermanos- en orden al delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de personas intervinientes.
La investigación
En el marco de una investigación preliminar, personal del Centro de Reunión de Información “Salta” de la Gendarmería Nacional elevó un informe poniendo en conocimiento que de distintas intervenciones telefónicas efectuadas en el marco de dicha pesquisa, los dos hermanos habían hecho un viaje desde Profesor Salvador Mazza hacia Buenos Aires, siendo notorios los diálogos que mantenían y ciertas actitudes, todas las cuales harían sospechar que estaban involucrados en actividades ligadas al narcotráfico.
Así, el 29 de agosto, personal de Gendarmería se apostó en el control “El Naranjo” –ubicado en la Ruta Nacional N°34- y vio pasar a uno de los hermanos imputados, conduciendo una camioneta Toyota Hilux, y lo siguieron hasta la localidad santiagueña de Pozo Hondo. Asimismo, del análisis de la comunicaciones se evidenció que tres líneas telefónicas se activaban en lugares clave, por lo cual se solicitó colaboración al personal de la Unidad de Investigaciones y Procedimientos Judiciales “Río Cuarto” y de la Sección Vial “Venado Tuerto” para que realizaran tareas de campo y controles ruta para constatar el paso de la camioneta.
Pasada la medianoche del 31 de agosto de 2017, tras verificar el paso de la camioneta por el peaje de “Venado Tuerto”, llegó un camión Ford Cargo 916, que tenía plancha para vehículos, que era conducido por otro de los imputados. Al inspeccionar el rodado, advirtieron que la plancha presentaba exceso de grasa y que las paredes lateral tenían un grosor anormal, todo lo cual permitió el descubrimiento de un doble fondo en cuyo interior había 800 paquetes rectangulares, 749 de los cuales contenían 786,678 kilogramos de clorhidrato de cocaína. Además, el conductor tenía en su poder más de $25.000, un recibo por $45.000, tres papeles con anotaciones, un celular, un chip, un maletín y dos carpetas con documentación.
Ante la noticia del hallazgo, los dos imputados que circulaban en la camioneta Toyota Hilux, se dirigieron a la localidad cordobesa de Río Cuarto, donde se alojaron en la casa de un conocido y quedaron detenidos cuandofue allanada. Finalmente, el hermano del conductor de la camioneta, viajó en otro vehículo hasta la localidad bonaerense de Luján –donde debía encontrarse con su hermano, los otros dos imputados y el cargamento-. Sin embargo, al ver que no llegaban, decidió regresar hacia Salta, pero fue detenido en la localidad de Los Naranjos.
Pedido de elevación a juicio
En base a las pruebas colectadas, el fiscal Bruno solicitó la elevación a juicio de la investigación seguida contra los cuatro imputados como coautores del delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de personas intervinientes.
En tal sentido la fiscalía consideró que “los imputados compartían el dominio funcional de los hechos que en forma organizada planificaron, ya que resultaron ser partes necesarias para el eficaz traslado de la droga, teniendo conocimiento en todo momento de su actuar ilícito y la voluntad de realizar el mismo, es decir, conocimiento de que se trataba de materia prohibida y conciencia de su desplazamiento”. Agregó que “las organizaciones dedicadas al tráfico ilícito habitualmente ejecutan sus actividades en forma fragmentada, en la que cada uno de los agentes que la componen ejecutan distintas tareas que son repartidas por quienes dirigen su accionar. Es por ello que en estos casos no reviste interés el hecho de que el tóxico no hubiera sido hallado en poder físico de la totalidad de los imputados, puesto que ‘cuando de lo que se trata es de la investigación de una organización, cuyas actividades, rutinas y despliegue han sido circunstancias ya evaluadas, el pretender segmentar la titularidad de los elementos hallados según su inmediato tenedor conduciría a escindir un universo que debe permanecer aunado’ (Cámara Federal de Apelaciones de Salta, Sala II causa “SORIA, Benito Moisés – SORIA Fernando Ramiro s/ Infracción Ley 23.737”, fecha 27/10/17) ”.
Así concluyó que los imputados “actuaron en forma organizada y coordinada para llevar a cabo el transporte del tóxico, existiendo división de roles y funciones que respondieron a un plan común. De este modo, y contrariamente a lo que sostuvieron los nombrados, se demostró que los imputados se conocían, que efectuaron conjuntamente el traslado de la droga, lo cual también surge del movimiento coordinado entre los tres vehículos cuando iban por la ruta”.