El IBP consumo, un indicador del gasto de consumo por cliente con tarjetas de crédito y débito y la billetera digital Cuenta DNI, mostró en abril una abrupta caída de 35% interanual, nivel que alcanza un significativo 30% en el interior de la Provincia. Los datos, generados por el equipo de Estudios Económicos de Banco Provincia, relevan los consumos realizados tanto en territorio bonaerense como en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y son una señal contunden del nivel al que está llegando el enfriamiento de la economía.
Según el indicador, el impacto fue mayor en el Conurbano: mientras que en el interior de la Provincia la retracción llegó al 30%, en la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA) alcanzó el 38,3%. Y en esta área la caída más pronunciada fue en la zona sur, con un 43,4%. Le siguieron los consumos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con bajas del orden del 42,3% y la zona oeste, donde el desplome llegó al 40%.
“Si se analiza la evolución del índice entre abril y marzo de 2024, el rubro más afectado fue el de compras digitales, con una reducción de 55%. Sin embargo, el dato más relevante es la contracción evidenciada en supermercados y alimentos, que fue de 21%, mostrando una aceleración de la baja con respecto al mes anterior. Por último, también resultó significativa la disminución de 18% en combustibles”, indica el informe del Banco, al que accedió DIB.
En sentido opuesto, el nivel general de precios medido por el INDEC subió casi 110% entre diciembre y abril. Sin embargo, las distintas canastas crecieron a ritmos diferentes: Alimentos y bebidas no alcohólicas avanzó 104,7%; Servicios públicos 143,9%; y Servicios privados lo hicieron por debajo del nivel general (contiene restaurantes y hoteles, recreación y cultura, educación, entre otros).
“En síntesis, los precios de los servicios básicos (luz, gas y agua) y de los alimentos subieron y por encima de los demás bienes y servicios, típicamente de segunda necesidad o más prescindibles”, dice el informe.
Según el equipo de economistas de Banco Provincia, el proceso inflacionario actual tiene un mayor impacto sobre el consumo privado que las anteriores aceleraciones inflacionarias. Los motivos son múltiples: políticas fiscal y cambiaria contractivas, caída del poder adquisitivo, mayor aumento de precios de los bienes “inelásticos” respecto de aquellos cuyo consumo puede sustituirse, como gastronomía, turismo, cultura y salidas recreativas.
Como resultado, el deterioro de la demanda es mayor que en otras aceleraciones inflacionarias, no solo por razones macro, sino también micro: la dificultad de dejar de sustituir los bienes y servicios que lideran las subas.
El IBP consumo se elabora desde mediados de 2020 en la Gerencia de Estudios Económicos de Banco Provincia. El relevamiento incluye información de los movimientos de 1,2 millones de tarjetas de crédito y 2,6 millones de tarjetas de débito. Además, analiza las transacciones de las más de 9 millones de personas usuarias de la billetera digital Cuenta DNI. Está ajustado por inflación de acuerdo con el IPC del INDEC. (DIB)