(Por Carlos Walter Barbarich-La Capital) La relación entre las localidades de San Gregorio y Diego de Alvear, en el sur de la provincia y ubicadas en el departamento General López, se está tensando cada vez más como consecuencia de una ordenanza puesta en vigencia el 8 de mayo de este año por Diego de Alvear en la que impide que se lleve adelante la pesca deportiva durante los días de semana. Sólo pueden hacerlo los fines de semanas y feriados con lo cual “ese hecho le asestó un duro revés al turismo que venía teniendo nuestro pueblo desde hace un tiempo”, aseguró el mandatario peronista de esta localidad, Lisandro Travieso.
El tema es bastante complejo ya que la laguna de La Picasa se encuentra en los distritos de Aarón Castellanos y Diego de Alvear. Sin embargo los dos pesqueros, o embarcaderos, pertenecen a empresarios de San Gregorio pero se encuentran en el distrito de Diego de Alvear. Están a cinco kilómetros de Diego y a 8 de San Gregorio. Hay dos clases de pesca del pejerrey. Por un lado está la deportiva y por el otro la comercial y con redes que es la que realizan en Diego de Alvear en Aarón Castellanos
San Gregorio es una localidad de alrededor de 6 mil habitantes mientras que en Diego viven algo más de 2 mil personas. San Gregorio cuenta con más de 250 camas para albergar ocasionales pesqueros o turistas además de tener restaurantes, bares, clubes y varios supermercados. Desde principios de este año explotó desde el punto de vista turístico con visitantes de todo el país ya que por una cuestión de infraestructura, los visitantes prefieren a San Gregorio.
En Diego de Alvear hay casi 400 personas que viven de la pesca comercial, es decir la que se practica con redes. Fueron quienes pusieron el grito en el cielo y le reclamaron al mandatario de ese pueblo, Daniel Sagardía para que hiciera algo para frenar la depredación de la laguna.
Los pescadores dieguenses sostienen que las más de 400 lanchas que ingresan a la laguna durante la semana, extraen muchos más peces que los que extraen ellos con sus redes. Por eso Sagardía hizo una ordenanza para regular la pesca en una laguna que consideran como propia por estar ubicado en el distrito de Diego de Alvear y también en Aarón Castellanos aunque con ellos no hay conflicto.
Para el presidente comunal de San Gregorio, Lisandro Travieso, “la situación hoy en día en nuestro pueblo dejó de ser lo que era esa vida semanal turística y se quedó reducida a sábados y parte del domingo y con eso los ingresos genuinos en muchas familias se vieron sumamente afectados. Escuche en algún medio que cuidábamos el negocio de pocos y yo los invito a San Gregorio a pasear en la semana para ver la realidad. Hay algo que todos hablan y se llama economía circular eso se había logrado en San Gregorio”.
“Los bares, clubes y hospedajes, de trabajar todos los días a hacerlo solo un día y medio. Con eso se redujo el trabajo de mozos, personal de limpieza en hotelería , ni hablar de los guías de pesca , vendedores de carnada y familias que fileteaban pejerrey”, resaltó Travieso.
Por su parte Daniel Sagardía sostuvo que sus vecinos de San Gregorio “hablan de turismo y la verdad es que esa actividad es de apenas dos meses. No pueden hablar de que les afectó el turismo porque no es una localidad turística. Tiene llegada de gente de todos lados pero no por el turismo en sí, sino por la pesca del pejerrey que sacan de la laguna”. Muchos en Diego de Alvear sostienen que la riqueza ictícola pertenece a ese pueblo ya que parte de la laguna está en ese distrito y no en San Gregorio que “no tienen ni un metro de laguna”, ironizó un pescador de red dieguense.
Lo cierto es que Medio Ambiente de Santa Fe reunió hace unos días a los mandatarios comunales de Aarón Castellanos (Walter Ramanzín), de Diego de Alvear (Daniel Sagardía) y el de San Gregorio (Lisandro Travieso). Quedaron en volver a hacerlo en estos días para zanjar las diferencias que perjudica básicamente a San Gregorio por la actividad económica que brindaba la pesca en esa localidad.
San Gregorio en baja
En San Gregorio hay alrededor de 15 pescadores que viven de la pesca comercial pero que están vedados de hacerlo porque no obtienen el carnet habilitante. Para Travieso “otro de los problemas es que nuestros pescadores artesanales no pueden registrarse por no ser costeros y quedamos en una situación en el aire con lo que más de 15 familias no están pescando con lo que no tienen ningún ingreso”.
Agregó que “nuestra localidad necesitaría dos días más para la pesca deportiva y así potenciar el turismo y lograr contagiar a las localidades vecinas que apuesten al turismo como por ejemplo Diego de Alvear, Christophersen o María Teresa. Además debemos lograr que nuestros pescadores artesanales se puedan registrar para lograr pescar con tranquilidad y dentro de la ley”.
Andrés Arias es uno de los pescadores de San Gregorio que teme llevar adelante la pesca artesanal por miedo a que le secuestren la red con la cual extrae el pejerrey. “Nosotros no estamos autorizados y lo que queremos es eso para evitar estar al margen de la ley y de ese modo correr el riesgo que nos secuestren los elementos de trabajo”.
Las localidades de San Gregorio y Diego de Alvear tienen una historia en común. Son dos pueblos hermanados prácticamente. Son las dos últimas localidades de la provincia, luego comienza la provincia de Buenos Aires, y sólo están separados por diez kilómetros distancia. Ambos están a la vera de la ruta provincial Nº 14.
“Hoy en día la relación se va poniendo tensa ya que se comienza a ver a Diego de Alvear cómo el culpable de disminución en los ingresos de mucha gente lo cual no sería nada bueno ya que ambas localidades nos necesitamos. El futuro es bastante incierto y vamos a hacer todo lo necesario para que nuestra gente no pierda sus fuentes de trabajo”, graficó Lisandro Travieso.