San Nicolás: Hay 1600 huertas familiares asistidas por el INTA

En San Nicolás hay 1600 huertas familiares en esta temporada. En otoño e invierno, rondan las 1400. También, cuatro institucionales y unas 10 de organizaciones sociales y no gubernamentales. Estas iniciativas tienen lugar en el marco del Programa ProHuerta promovido por INTA, desde la Agencia de San Nicolás. “En toda la región han ido en incremento, al igual que en el orden local.
Está limitado por la disponibilidad de semilla, que es acotada. Estamos tratando que los huerteros mejoren en el aprovechamiento de la semilla y en producir su propia semilla”, explicó a EL NORTE el Ingeniero Agrónomo de INTA San Nicolás y referente del Programa ProHuerta Bernardo Andino.
El especialista indicó que el programa consiste “en capacitar a la gente en la producción para autoconsumo y venta de excedentes de hortalizas en forma agroecológica, privilegiando a la población más vulnerable”.
“En este momento es el período de transición de la siembra de primavera-verano y de otoño-invierno. Ya estará a disposición la semilla en marzo, que se entregará principalmente en las distintas capacitaciones”, agregó.
Agencia local
La agencia de INTA San Nicolás se encuentra en Echeverría 8 y su horario de atención es de 7 a 15. El teléfono de contacto es 4423554.
Allí también se orientan consultas para otras actividades agropecuarias y cuidado de plantas. ProHuerta favorece la participación y la organización de las comunidades con las que trabaja, contribuyendo a que los integrantes de estas sean actores protagonistas de la gestión de los procesos de desarrollo local y territorial.
Los objetivos de la iniciativa son: mejorar y diversificar la alimentación de las familias, escuelas, instituciones y organizaciones de la comunidad, promover la participación comunitaria en la producción de alimentos, incentivar la formación y difundir tecnologías apropiadas para la producción de cultivos, multiplicar alternativas de comercialización que puedan integrarse en un mercado de economía social, mejorar el ingreso familiar.
Una mirada sistémica donde las diferencias de la diversidad le dan el valor agregado. Desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación e INTA sostienen que “a través de estas políticas, se brinda herramientas para un mejor abordaje de la realidad, que permiten lograr más oportunidades, más inclusión y más arraigo, en definitiva una mejor calidad de vida de los habitantes”.
Casi 30 años de la iniciativa El Programa nació en agosto de 1990 en el Gran Buenos Aires, Rosario, Santa Fe y Mendoza, y de a poco comenzó a expandirse por todo el territorio nacional. El objetivo inicial refirió al aporte de los técnicos de INTA a que los sectores más vulnerables tuviesen acceso a una alimentación adecuada, produciendo sus propios alimentos.
Actualmente ProHuerta interactúa con más de 3 millones de personas, articula en el territorio con más de 10 mil instituciones y organizaciones, y forma parte de más de 400 ferias agroecológicas, “garantizando la mejora en los hábitos alimentarios, desarrollando tecnologías orientadas a la autoproducción de alimentos, fortaleciendo a familias, comunidades y organizaciones, impulsando una economía justa y solidaria, mejorando el hábitat y la ecología, e impulsando conciencia sobre los derechos ciudadanos”.
Visión agroecológica
La iniciativa propone la producción desde una visión agroecológica. La agroecología es una forma de agricultura que plantea un modo particular de vínculo de las personas con la naturaleza y entre ellas.
Este modo se caracteriza por rescatar concepciones de la agricultura tradicional, anteriores a la agricultura moderna o convencional.
Se plantea recuperar las formas en que nuestros abuelos/as cultivaban la tierra. Así, se trata de aplicar los principios de la ecología al manejo de sistemas. Consiste, básicamente, en el manejo de la agricultura y la ganadería sin recurrir al uso de pesticidas y agrotóxicos. Se promueve la agricultura local, los alimentos sanos y tradicionales de cada cultura.
Este paradigma productivo, basado en conocimiento científico, tiene diferentes principios sobre los que se apoya, los cuales incorporan dimensiones socioculturales, económicas, productivas y ambientales.(EL NORTE)