Pablo Damián Grottini, el hombre acusado de asesinar a su hermano en 2019, a su hija de 10 años en 2021 y a su madre el pasado fin de semana, cuando presuntamente les suministró algún tipo de droga mientras estaban internados en hospitales de la ciudad bonaerense de San Nicolás, se desligó de las tres muertes e incluso, en uno de los casos, acusó a una enfermera de haber sido quien manipuló e “inyectó algo” en el suero, informaron este viernes fuentes judiciales. Así surge de la ampliación de la indagatoria que Grottini (42) brindó ayer ante la fiscal de San Nicolás a cargo de la causa, Belén Baños. Por su parte, el abogado de Grottini aseguró que “mi defendido ha sido víctima en realidad de casuales sucesos infortunados”.
El acuasado, frente a la fiscal Baños, hizo un relato cronológico de cómo sucedieron las tres muertes, siempre desligándose de cualquier responsabilidad, aunque sin hacer aclaraciones ni contestar preguntas de la representante del Ministerio Público.
“Se tapó”
Sobre la más reciente muerte, la de su madre Teresita Di Martino (61), ocurrida el sábado pasado en el Hospital San Felipe de San Nicolás y que lo llevó a ser detenido, Grottini explicó que todo comenzó el viernes por la noche cuando estaban “en la mesa de su casa” y la notó a ella “con dolor de pecho, muy nerviosa y muy angustiada”.
Por ello, contó que la llevó al hospital y que a su madre “le hacen unos chequeos, le colocan una vía y le van a hacer una tomografía”.
En este punto, el funebrero imputado por triple homicidio agravado mencionó por primera vez el tema del “suero”, pero le echó toda la culpa a una enfermera.
“Hay un problema en el suero y viene una enfermera de pantalón a cuadritos que le dice que se había tapado, entonces esta enfermera retuerce la manguera del suero y le inyecta algo porque aún no se había destapado, que seguidamente dice esta enfermera ‘ahí se destapó’”, señala el acta de la indagatoria.
Grottini dijo que su mamá “empieza a respirar mal, como con un ronquido”, y señaló que, mientras la enfermera “arreglaba el suero”, él le advirtió el tema de la respiración y ella dijo: “Teresita, Teresita, respire bien porque le va a hacer mal”.
Relató que ahí él se puso “nervioso”, que no le gustaba “la situación” y a las 0.20 ya del sábado llamó a la médica y le dijo que su madre “no estaba bien”.
Según el acusado, la profesional “llamó a los enfermeros”, le dijeron que espere afuera porque la iban a llevar al “shock room” y que, “al rato, salió la misma médica con dos o tres médicos más” y le dijeron que su madre “había fallecido”.
Un dolor en el pecho
Sobre la muerte de su hija, Ailen Grottini, quien era adoptada, tenía 10 años y retraso madurativo, contó que el 23 de julio de 2021 su madre le refirió que la niña tenía “un dolor en el pecho” y que ante ello él decidió llevarla al hospital San Felipe.
Dijo que la dejaron en observación en una sala, mencionó que tiene “fotos” que él mismo sacó allí de la nena “con una máscara de oxígeno”, y que a las 4 de la madrugada se quejó ante una médica que “estaba durmiendo” que nadie hacía “nada”.
Narró que ahí decidieron trasladar a la niña “a terapia”, que le hicieron firmar unos papeles para un estudio y que fue la terapista quien le aconsejó que “se quede ahí”, aunque aclaró que fue su madre la que esa madrugada cuidó de la niña, y él se fue a su casa.
Grottini se situó lejos de la escena el día del fallecimiento, el 26 de julio del año pasado, al contar que su mamá le pidió que vaya “porque la nena no estaba bien” y cuando él arribó al hospital “la nena se empieza a descomponer” y que tras el arribo de “muchos médicos”, les comunicaron que su hija “ya había fallecido”, lo que motivó que él se dirigiera “a la administración reclamando por la mala atención que le habían dado” a la niña.
“Como un bebé”
También se situó lejos del inicio de la descompensación cuando habló de la muerte de su hermano, Gastón Grottini (32), deportista, bañero y sin patologías previas, y que fue la primera que le imputan ocurrida el 23 de julio de 2019, en la guardia de la Clínica San Nicolás.
Explicó que ese día él no se encontraba en su casa ya que había ido a “una casa de electrodomésticos” en la ciudad de Ramallo y que desde allí, al recibir el llamado de su madre, se dirigió en su auto a la clínica.
Dijo que él llegó primero y a los diez minutos lo hicieron su madre, su tío y su hermano a quien sacó del auto tomándolo en brazos y suspendido “como un bebé”.
Recordó que, luego de unos estudios y pese a que les dijeron que lo iban a internar “en terapia”, lo llevaron a “una habitación privada”, y que, a la hora y media, su madre y él notaron que su hermano “estaba respirando mal”.
Afirmó que vinieron “dos o tres de la guardia”, les dijeron que esperen afuera y al rato salieron los médicos y comunicaron que su hermano “había hecho un paro y que no lo pudieron sacar”.
En este caso también levantó sospechas sobre un profesional del hospital al contar que antes de la llegada de esos médicos, hubo otro que estuvo “aproximadamente media hora” con su hermano “adentro de la habitación”, mientras él y su madre esperaban afuera.
“Son indicios, no pruebas”
En tanto, Jorge Ingrata, abogado defensor de Grottini, aseguró al medio local El Norte que “estamos en presencia de indicios y no de pruebas contundentes y mi defendido ha sido víctima en realidad de casuales sucesos infortunados. De todas formas, los resultados de las muestras tomadas durante la autopsia que fueron enviadas para su pericia a La Plata, y que entiendo demorarán aproximadamente una semana, serán claves para la dirección de la defensa. Además, si la fiscal no lo pide, que creo que lo hará, solicitaré operación de autopsia en el cuerpo de la nena, lamentablemente el cuerpo del hermano mayor fue cremado. Y también en caso de no hacerlo la fiscal, pediré pericias psicológicas y psiquiátricas para con mi patrocinado”.
Grottini, quien al igual que la tres presuntas víctimas es de la localidad bonaerense de Villa General Savio, un pueblo del partido de Ramallo, continuaba este viernes detenido acusado “triple homicidio calificado por el vínculo, por la alevosía y por el medio empleado”, con pena de prisión perpetua.
El imputado quedó bajo sospecha de la muerte de su madre el pasado fin de semana, cuando médicos y enfermeras del hospital denunciaron que, cuando la mujer estuvo a solas al cuidado del imputado, se detectó que la vía del suero había sido pinchada en dos oportunidades y además se encontró una ampolla de diazepam abierta, la cual no había sido prescripta para ningún paciente ese día.
Luego, surgió en base al testimonio de conocidos y vecinos que su hermano y la propia hija de 10 años habían fallecido en circunstancias similares y la justicia le imputó también esas muertes, que ahora se investigan.
En tanto, la fiscalía nicoleña solicitó allanamientos en el domicilio del hombre y la requisa de su camioneta. En estos procedimientos se secuestraron una tablet y un teléfono celular. Lo llamativo, según El Norte, es que en la tablet los especialistas detectaron que en el historial de búsquedas de Google figuraba la frase “cómo matar a una persona”. (DIB)