El secretario de Protección Civil de la Provincia de Santa Fe, Roberto Rioja, informó hoy a Télam que en la extinción de los focos de incendio en islas del río Paraná trabajan brigadistas de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, con el apoyo de una aeronave de Nación.
«Hemos dividido el trabajo en dos grandes operativos. Uno de ellos se ubica en la zona central, Santa Fe-Santo Tomé-Paraná, y el otro en la ciudad bonaerense de San Nicolás, donde existe el incendio de mayor magnitud», afirmó.
El funcionario dijo que en ambos lugares trabajan brigadistas nacionales y provinciales, «con el auxilio de helicópteros con helibaldes», pero que la acción del personal en el territorio «se dificulta por la rotación del viento, la bajante del río y la gran sequía».
Rioja comentó, además, que en cada operativo trabajan no menos de 40 hombres para contener el fuego.
«Hay muy poca humedad ambiente, lo que causa que el fuego se propague más rápido y sea difícil de contener. El humo, además, se propaga hacia las ciudades costeras, y torna peligroso el tránsito vehicular por la visibilidad» concluyó.
Los puntos de calor fueron detectados en islas de la jurisdicción entrerriana, frente a la localidad bonaerense de San Nicolás; en zonas de islas del Predelta e Islas del Paraná Medio; y al este del puerto de la ciudad de Santa Fe.
Por su parte, fuentes del Ministerio de Ambiente de la Nación señalaron a Télam que «hasta el momento las provincias no solicitaron recursos a la Nación. Solo está operando un helicóptero del Ejército. El Ministerio de Ambiente, del cual depende el servicio nacional de manejo del fuego, se encuentra desde el fin de semana a la espera de sumar recursos en el momento que las provincias lo soliciten».
El mayor foco de incendio se desarrolla en isla de las Lechiguanas, frente a la ciudad bonaerense de San Nicolás, mientras que otras quemas ocurren a la altura de Villa Constitución, dijo en tanto a Télam Pablo Cantador, de la organización ecologista El Paraná No se Toca.
Según datos satelitales «en los últimos cinco días, ya se quemaron unas 14 mil hectáreas de humedales, y los incendios continúan. Lo único que podría parar estas quemas son las lluvias que se esperan para este miércoles o jueves», expresó.
En tanto, Jorge Bártoli, otro ambientalista de El Paraná No se Toca, que monitorea la situación incendios en el Delta, dijo a Télam que «ha sido muy notable el recrudecimiento del fuego en los últimos días».
Según Bártoli, «este año hay una mejor estructura y más personal abocado a apagar el incendio que en el 2020, pero así y todo, no es suficiente para dar una respuesta inmediata».
«Además, todas las acciones judiciales encaradas por el tema de los incendios intencionales, tampoco han resultado suficiente para disuadir a quienes inician los focos de incendios», afirmó.
Desde el Plan de Manejo del Fuego de Entre Ríos explicaron a Télam que el fuego tiene cuatro estadíos hasta lograr erradicarlo.
«Activo, contenido (trabajos con cortafuegos naturales para que no avance y así proteger a pobladores y animales), controlado y sofocado, y para llegar a sofocar un incendio hay un trabajo de varios días», aseguraron.
Además, señalaron que «más allá de que sean incendios intencionales o naturales, hay condiciones que favorecen a la propagación del fuego», como la sequía, la escases de lluvias y la bajante del río Paraná que afecta a la región.
El humo y las cenizas generadas afectan la región metropolitana de Santa Fe y ciudades aledañas, pero también las vías fluviales y terrestres de la zona.
«Las causas son antrópicas y es muy difícil determinar cómo se generó, porque para eso hay que estar en el lugar del incendio, y cuando se detecta un punto de calor ya hay una columna de humo y el fuego lleva un tiempo allí», comentaron.
Para combatir los focos ígneos se establecieron dos comandos de operaciones, uno en el puerto de Santa Fe y otro en la localidad bonaerense de San Nicolás.
De esa manera «se hace más efectivo el trabajo, y se ahorra tiempo de traslado al poder salir desde esos dos lugares y continuar el monitoreo», afirmaron a Télam, y agregaron que permite también «asegurar las viviendas costeras y el traslado de familias».
Este lunes comenzó el operativo en la base ubicada sobre San Nicolás, con la participación de personal de la brigada Forestal de la Policía de Entre Ríos, Defensa Civil y del Plan de Manejo del Fuego de Entre Ríos.
También trabaja Bomberos Voluntarios de Victoria, Bomberos de la Policía de Buenos Aires, y colabora el helicóptero del Ejército Argentino.
En tanto, desde el puerto de Santa Fe salen diariamente personal técnico y operativo de Protección Civil y del Ministerio de Salud de Santa Fe, y brigadistas forestales de la Federación Santafesina de Asociaciones de Bomberos Voluntarios.
Desde ese punto de trabajo también se cuenta con medios fluviales y aéreos, con un helicóptero y un avión hidrante.
Los trabajos se dividen en dos zonas, con un ataque indirecto, realizando líneas de cortafuego para contención, afirmando el perímetro con helibalde y con brechas de arroyo a arroyo.
En tanto, una cuadrilla está abocada a la operativización de la información y evaluación de las condiciones meteorológicas.
El Gobierno de Entre Ríos recordó que aún se encuentra vigente la prohibición de realizar cualquier tipo de quemas sin autorización ya que pesa sobre la zona una medida cautelar del Juzgado Federal de Paraná que prohíbe de manera «absoluta acciones humanas con capacidad de alterar el medio ambiente».
Durante 2020, los incendios en esa zona provocaron graves daños y gran cantidad de humo y cenizas que cubrieron a varias ciudades.
Por eso, la provincia inició causas judiciales ya que consideró que fueron generados para «obtener rebrote como forraje para el ganado, limpieza de la zona y pesca y caza» y el gobernador, Gustavo Bordet, decretó la emergencia ambiental por «la degradación de los humedales y los efectos negativos en la salud». (Télam)