San Nicolás: ¿Asesino serial?: segunda semana del juicio a Damián Grottini por las muertes de su hija, madre y hermano

Continúa esta semana en San Nicolás el juicio que tiene en el banquillo de los acusados a Pablo Damián Grottini, sospechado de haber asesinado a su hija, a su madre, a su hermano y hasta a una perra en Ramallo. El debate comenzó la semana pasada y se realizaron ya cinco audiencias. Estas continuarán este martes, con testimonios propuestos por la defensa; hasta ahora solo se presentaron testigos de la acusación.

Damián Grottini está detenido desde el 26 de abril de 2022 en la Unidad Penal Nº 3 y está siendo juzgado en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 por las muertes de su hermano Germán, ocurrida en 2019; de su hija Luz Ailén, en 2021, y de su madre Teresita Di Martino, en 2022. Las sospechas giran en torno de que pudo haberles administrado algún fármaco para inducir a un estado confusional de descompensación para lograr que los internaran y luego, a través de la manipulación de sus sueros, insuflarles aire para matarlos, de acuerdo con el diario El Norte.

En la casa del acusado fueron secuestrados elementos que se incorporaron a la causa: una tablet y un teléfono celular que mostrarían historiales de búsqueda acerca de cómo matar con suero o el tiempo que demora una persona en morir bajo determinadas circunstancias, entre otras consultas para encontrar diferentes maneras de provocar la muerte. Es por ello que Grottini fue imputado por triple homicidio agravado por el vínculo.

En la primera semana de debate declararon unos cuarenta testigos. La mayoría de las personas citadas pertenecen al personal de salud del Hospital San Felipe, donde murieron Teresita y Luz Ailén, y de la Clínica San Nicolás, donde falleció Germán. Según recuerda El Norte, de las dos últimas muertes no hay pruebas físicas debido a que el cuerpo de Germán fue cremado y el estado de los restos de Luz Ailén, por el paso del tiempo, no permitieron establecerlas.

Grottini: los primeros testimonios

Todos los testimonios coincidieron en las circunstancias extrañas en las que se produjeron las muertes, remarcaron que nada hacía prever el desenlace fatal en los tres casos, las extrañas actitudes de Grottini durante las internaciones y la particular coloración azulada de los cuerpos desde el tórax hacia arriba que suele ser particular de las muertes por asfixia no mecánica y que se conoce como “síndrome del buzo”. Los profesionales dijeron haber propuesto la realización de autopsias, a las que Grottini o su madre no accedieron.

De acuerdo con El Norte, los temas principales giraron alrededor del posible móvil económico tras las extrañas muertes. La codicia es la principal hipótesis fiscal, y sobre ese punto versaron muchos de los cuestionamientos: un seguro de vida, una casa, dos autos, una lancha, entre otras pertenencias, podrían ser el motivo del presunto triple crimen.

De los testimonios de la primera semana, surgió que Grottini es una persona muy católica, monaguillo de la iglesia del pueblo, buena persona y con una particular atracción por la muerte. De buen empleo como administrador de una estación de servicios, sin embargo, quería ser funebrero. De hecho, lo ratifican los relatos, pidió trabajo reiteradamente en la empresa fúnebre, incluso ofreciéndose a desempeñarse sin sueldo hasta que probaran sus capacidades. En el allanamiento en su casa, dentro del ropero los investigadores encontraron una suerte de altar con imágenes religiosas. (DIB)