En el primer día del procedimiento ordenado por el equipo fiscal, se halló una calza estampada y restos óseos. La prenda no fue reconocida por los padres de la niña mientras que los restos fueron analizados de forma macroscópica por un grupo de profesionales que coincidieron en que podrían corresponder a un animal. No obstante, propondrán una metodología para analizar esos fragmentos.
Por orden de los fiscales Cristian Rachid (Fiscalía Federal de San Luis), Leonel Gómez Barbella (Fiscalía Nacional de Instrucción n°32 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), Marcelo Colombo y María Alejandra Mángano (representantes de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas), personal de la Gendarmería Nacional Argentina y la Superintendencia Federal de Bomberos realizan rastrillajes en el marco del expediente FMZ 9787/21 que investiga la la desaparición de la niña Guadalupe Lucero. Impulsa también la investigación en su rol de querellante la fundación María de los Ángeles, presidida por Susana Trimarco, cuya misión es ayudar a erradicar la Trata de Personas. Desde hace más de una década, desde la provincia de Tucumán asisten a las víctimas y a sus familias en cada una de las provincias del país y realizan actividades de prevención y capacitación del delito de Trata.
En el primer día del procedimiento dispuesto en el descampado ubicado entre el barrio 544 viviendas y la autopista Serranías Puntanas de la ciudad de San Luis, con el objeto de identificar espacios potenciales de peligro para la menor de edad extraviada, restos humanos e indumentaria, se halló una calza estampada y restos óseos. Por ese motivo, en las áreas donde fueron encontrados esos elementos se llevó a cabo una técnica de sondaje, consistente en efectuar perforaciones en el terreno para que canes entrenados pudiesen detectar la presencia de rastros humanos en esas zonas específicas, diligencia que arrojó resultado negativo.
Respecto de la prenda de vestir, Yamila Cialone y Eric Lucero determinaron que si bien presentaba características similares a la calza que su hija llevaba puesta el día de la desaparición, no pertenecía a la niña. En cuanto a los restos óseos, se convocó a la mesa de antropólogos y antropólogas de la Gendarmería Nacional Argentina, la Colectiva de Intervención ante las Violencias y el equipo mendocino de Arqueología y Antropología Forense de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, quienes están participando en el operativo. Los profesionales, a través de un análisis macroscópico y de contexto, conciertan que podrían corresponder a restos de animal, no obstante lo cual propondrán una metodología para analizar esos fragmentos, verificar las características morfológicas y establecer el diagnóstico diferencial, a fin de corroborar con mayor precisión si guardan relación con restos humanos.
Cabe señalar que los rastrillajes continuarán de acuerdo con el esquema propuesto por las autoridades y se prevé su finalización el día 29 de abril.