El intendente de Salto, Ricardo Alessandro, está que trina desde que el presidente del BAPRO, Juan Curutchet, rompió todos los protocolos y lo desairó durante una visita oficial al distrito que tiñó con las peores prácticas de la política.
Me hacen la vida imposible, lo cual no ocurre con la Gobernadora, que me trata muy bien.
Es que, tras recibirlo formalmente en su distrito y compartir alguna actividad, Alessandro esperó a Curutchet en una cena de la que participaban empleados del Banco y empresarios locales. Sin embargo, el funcionario bonaerense demoró su llegada porque se fue a dar una conferencia de prensa con los candidatos locales de Cambiemos.
Indignado, Alessandro dejó el lugar. Por dentro, recordaba que no es la primera vez que sufre ese tipo de afrenta: algunos meses atrás, antes de las elecciones, funcionarios de segunda línea entregaron escrituras y certificados de vivienda en un local partidario de Cambiemos.
El “Curita Alessandro tiró la bronca: “lo esperaba en la cabecera de la mesa y resultó que estaba haciendo una conferencia de prensa a la que no fui invitado, pero sí el referente de Cambiemos en Salto”, explicó. “Provoco un malestar, quedé como un boludo y me retiré de la comida”, agregó.
“Me hacen la vida imposible, lo cual no ocurre con la Gobernadora, que me trata muy bien. Pero esto (por lo de Curutchet) el mejor estilo patoteril del peronismo de esas épocas”, remató, indignado. (Infocielo)