El Gobierno argentino anunció una medida trascendental que redefine el futuro de las jubilaciones en el país. A través de un Decreto de Necesidad y Urgencia, se establece un cambio radical en la fórmula de movilidad jubilatoria, abandonando el esquema anterior y optando por ajustes mensuales según el Índice de Precios al Consumidor publicado por el INDEC.
Esta decisión, que entra en vigor desde el mes de abril, representa un paso crucial para enfrentar la creciente preocupación por la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados, exacerbada por una inflación que ha superado el 70% en los últimos meses. Además del ajuste por inflación, se ha dispuesto un aumento adicional del 12,5% para el mes de abril, como una medida de reparación por los daños causados por la fórmula previsional del gobierno anterior.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, destacó la importancia de esta medida en medio de la compleja situación económica que enfrenta el país: «Es lo máximo que podemos dar en función de los fondos disponibles. Los recursos para los jubilados están requebrados». Frente a la necesidad de actuar con celeridad, el Gobierno optó por el uso de un Decreto de Necesidad y Urgencia para implementar esta reforma, evitando así los tiempos propios del tratamiento legislativo ordinario.
Sin embargo, esta modificación no estará exenta de desafíos. Dada la necesidad de garantizar la sustentabilidad del sistema previsional a largo plazo, se vislumbra la urgencia de una reforma integral que aborde no solo la movilidad jubilatoria, sino también aspectos relacionados con el ahorro privado y una eventual reforma laboral. El Presidente de la Nación ha expresado su intención de abordar estos temas de manera conjunta, señalando el Pacto de Mayo como un espacio propicio para avanzar en estas discusiones.