Tres casos de coronavirus de profesionales de Rosario y que podría repercutir en nuestra región debido a la cantidad de pacientes con diversas patologías que se trasladan para tratarse en ese centro de Salud.
El diario El Ciudadano indica:
“El parte epidemiológico por coronavirus en Santa Fe de informa sobre seis nuevos casos confirmados en Rosario. Tres de ellos corresponden a trabajadores de la salud del conocido Sanatorio Parque. Desde el centro de salud difundieron un parte que daba cuenta de que un médico de la institución privada había viajado a Brasil y al volver se reintegró –sin guardar período de aislamiento– a sus funciones, donde se presume que contagió a un colega, una residente y un instrumentador. Abrió así un abanico de riesgo: todos los pacientes y empleados que estuvieron en contacto con ellos. Sin embargo distintos médicos contaron otra versión. “La noticia es una barbaridad. Sabemos que el Sanatorio puso el nombre de los pacientes, es totalmente ilegal. No se buscan así los contactos. Todos están muy mal, las familias también”, destacó uno de los médicos que habló. Y puso en cuestión el pilar de la versión oficial de este grupo de medicina privada: “Este médico que viajó a Brasil no tiene síntomas ni fue diagnosticado aún con coronavirus”.
Otro de los profesionales relató la secuencia de hechos. El sábado pasado, uno de los médicos empezó con fiebre y diarrea. Para que le hagan el test del coronavirus, es decir el hisopado, el paciente debe tener algún problema respiratorio más fiebre.
“Este médico empieza con fiebre sin problema respiratorio y se lo aisla. El lunes otros tres profesionales más presentan cuadros de fiebre, diarrea, dolores musculares y malestar general sin problemas respiratorios, por lo que también se aíslan”, añadió.
Como son cuatro profesionales los que comparten el mismo síntoma, les hacen el hisopado y sólo uno da negativo. De todos modos detallaron que en el momento que se les presentó fiebre se aislaron.
Sobre el médico que volvió de Brasil, los colegas aclararon que no tiene coronavirus, tampoco síntomas: “Llegó el 16 de Brasil y como no era zona de riesgo fue a trabajar. A la tarde, cuando declararon que era zona de riesgo, se aisló. Pero es poco probable que puede contagiar porque no tiene ni la enfermedad, ni los síntomas”.
Otros de los mitos que erradicaron es el del mate: “No se toma mate en el Sanatorio”. Varios de ellos analizaron que evidentemente el virus circula en forma comunitaria y están buscando culpables.
La progresión de contagios, como se preveía, se acelera, y por eso las autoridades sanitarias insisten en las medidas de aislamiento y distanciamiento social, obligatorias, pero imprescindibles cuando se sospecha riesgo de infección. El problema más grave es cuando los propios profesionales e instituciones de la salud las incumplen.
Una caja de pandora
La institución privada, parte del Grupo Oroño y cuyo titular, Roberto Villavicencio, preside la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Rosario, emitió un comunicado para poner sobreaviso a otras muchas personas que están en riesgo por haber tenido contacto estrecho con los profesionales que dieron positivo.
Para eso, se expuso a los colegas víctimas de la negligencia del traumatólogo que en principio los contagió difundiendo sus nombres y apellidos, cuestionan los médicos. “Quienes se hayan tratado con ellos, o quienes compartieron tareas en el sanatorio, ahora deberán extremar los cuidados. Y se suman los convivientes, todo un haz de probables nuevos contagios”, detalló uno de ellos.
Nada dice el comunicado sobre el estado epidemiológico del supuesto iniciador de los contagios. Es que los compañeros de trabajo aseguran que no está infectado, ni siquiera tiene síntomas, lo cual pone en cuestión la versión oficial de este grupo de medicina privada.
El sanatorio aseguró que los tres médicos y el instrumentador “se encuentran en buen estado de salud, con síntomas mínimos en su domicilio particular, monitoreados por el Servicio de Epidemiología de la ciudad de Rosario”.
Y en el comunicado agrega que todos están sometidos al período de aislamiento obligatorio. Pero ya es tarde.