Aníbal Artemio Mocarbel Ruhl fue secuestrado en febrero de 1977. Su cuerpo apareció calcinado en el marco de un enfrentamiento fraguado con fuerzas de seguridad y fue sepultado en el cementerio La Piedad. En 2011 el EAAF exhumó los restos y la fiscalía buscó a familiares para que brindaran las muestras hemáticas que permitieran cotejar el ADN.
La Unidad Fiscal que interviene en los procesos judiciales por crímenes del terrorismo de Estado en Rosario, a cargo del fiscal general Adolfo Villatte, informó que fueron identificados los restos de Aníbal Artemio Mocarbel Ruhl -desaparecido desde 1977-, hallados en una tumba NN del cementerio La Piedad de aquella ciudad. La identificación fue posible en el marco de la labor que comenzó el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en esa necrópolis en octubre de 2011 bajo la dirección del Ministerio Público Fiscal.
En efecto, el 8 de octubre de ese año, en el marco de los trabajos realizados en los sectores de enterramiento, los peritos del EAAF recuperaron los restos óseos que posteriormente fueran designados como “SF-LPi-9/74-Esq. 1”. Los análisis posteriores dieron como resultado que los restos allí inhumados como N.N. el 2 de abril de 1977 en el Solar 74, sepultura 9, correspondían en realidad a Mocarbel Ruhl.
Las muestras hemáticas obtenidas en un principio de familiares de la víctima no resultaron suficientes para lograr una identificación positiva pero sí para establecer un posible vínculo. En función de ello, personal de la Unidad Fiscal se movilizó hasta la ciudad de Diamante, provincia de Entre Ríos, para localizar a otros familiares de la víctima y realizar la toma de las muestras de sangre necesarias para obtener su perfil genético, de manera de aumentar el grado probabilidad en torno a la identidad.
Gracias a esas tareas, el 29 de junio de 2020 el Juzgado Federal N° 4 de Rosario declaró en el marco de los autos “Legajo Separado N° 45. Trabajos Periciales Solar N° 74, Sepultura N° 9 Cementerio La Piedad (Rosario)”, expediente principal N° FRO 43000029/2007, que los restos oportunamente exhumados por el EAAF en octubre de 2011 pertenecen “a quien en vida fuera Aníbal Artemio Mocarbel Ruhl (…) hijo de Nicolás y Ana Ruhl”.
La difusión de la identificación de los restos de Mocarbel Ruhl fue postergada hasta que se lograra informar en primer lugar a su esposa María Luisa Rubinelli, lo cual se concretó ayer.
Aníbal Artemio Mocarbel Ruhl nació el 4 de noviembre de 1948 en la localidad de Aldea Brasilera, Departamento Diamante, provincia de Entre Ríos. Comenzó su militancia en la Unión Estudiantes del Litoral-Unión Nacional de Estudiantes (UEL-UNE) de Rosario y más tarde se sumó a la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y Montoneros.
Con anterioridad formó parte del Peronismo de Base (PB) -que luego se transformó en las llamadas F.A.R. (Fuerzas Armadas Revolucionarias)-, aunque para la fecha de los hechos ya no participaba de ese grupo. La víctima estudió en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario y con su hermano compartía un negocio de carpintería. Como muchos jóvenes de su generación, en 1969 fue partícipe del “Rosariazo”.
Mocarbel Ruhl, de 28 años de edad, fue secuestrado-desaparecido el 28 de febrero de 1977 junto a su esposa, María Luisa Rubinelli, en el domicilio que ambos compartían en la calle Ituzaingó n° 71 de Rosario. Rubinelli fue liberada 38 días después e interpuso un recurso de habeas corpus en favor de su marido ante el juzgado federal a cargo de Guillermo E. Tschopp, quien declaró su incompetencia.
La víctima fue vista con vida en el centro clandestino de detención (CCD) “La Calamita”, que pertenecía al Ejército y que estuvo situado en la localidad de Granadero Baigorria. Su cuerpo y otros tres no identificados fueron hallados calcinados el 17 de marzo de 1977 en un automóvil Ford Falcon incendiado en el kilómetro 7 de la ruta 34, a la altura de la entrada de Ibarlucea, provincia de Santa Fe. El hallazgo de esos cadáveres fue sucedido de una falsa noticia que dio cuenta de un enfrentamiento de las víctimas con fuerzas de seguridad y que permitió a los perpetradores borrar las huellas de las torturas de las que habían sido objeto tanto Aníbal Artemio como los otros tres N.N. Esos cuerpos también fueron identificados en el marco de la investigación a cargo de la Unidad Fiscal como pertenecientes a quienes en vida fueran Jorge Luis Ruffa, Ernesto Víctor Enrique Traverso y Guillermo Horacio White, quienes fueron vistos con vida en el mismo CCD.