Gracias al hallazgo de sedimentos marinos en la costa de Rosario, investigadores de la
Universidad Nacional de Rosario (UNR) y Universidad de Buenos Aires (UBA)
pudieron documentar la presencia del mar en esta ciudad santafesina hace más de cinco
mil años. El descubrimiento, además, permite inferir el clima cálido de la época y su
influencia en los antiguos pobladores de la región.
Nicolás Camargo Lescano (Agencia CTyS-UNLaM)– Como si se tratara de un
enorme rompecabezas prehistórico, geólogos y paleontólogos buscan reconstruir el
pasado a partir de restos e indicios que encuentran en sus investigaciones.
Recientemente, un equipo de la Universidad Nacional de Rosario y UBA halló
evidencia de que las olas de un antiguo mar golpeaban las costas de Rosario, hace más
de cinco mil años.
“Es un hallazgo que comprueba que el nivel del mar era mayor que el actual, llegando
entonces a alcanzar a esta ciudad en el pasado. Estas conclusiones surgen a partir del
hallazgo de sedimento marino, encontrado en depósitos antiguos de la desembocadura del arroyo Ludueña por el geológo Dr. Marcelo Toledo en una exploración conjunta”, explicó a la Agencia CTyS-UNLaM el Dr. Luciano Brambilla, investigador de la UNR e integrante del equipo de trabajo.
¿Cómo se puede inferir, a partir de estos sedimentos prehistóricos, el escenario
marítimo de hace tanto tiempo? “Ya había evidencias, de que el mar se elevó a niveles
mayores que los actuales hace varios miles de años. Se encontraron restos fósiles de
ballenas, en Ramallo, y hasta una antigua playa con una multiplicidad de especies, en
San Pedro (provincia de Buenos Aires). Sin embargo, ahora encontramos evidencia
directa más al norte del mar que se estableció frente a Rosario -comentó Brambilla-.
En esta oportunidad los sedimentos permitieron ir un poco más allá en el armado del
rompecabezas. “En el laboratorio de Biología Ósea de la Facultad de Medicina (UNR)
analizamos microscópicamente estos sedimentos y descubrimos la presencia de
microorganismos fósiles marinos, llamados dinoflagelados, que confirmaron el origen
de esos sedimentos hallados en el campo. Esto nos permitió confirmar que hace más de
cinco mil años, existió un mar profundo en ese lugar”, amplió el investigador.
Algunos grados más de temperatura
La información provista por estos dinoflagelados permitió que el grupo de
investigadores pueda estimar las condiciones climáticas de aquel momento. “Estas
especies aún viven en regiones templadas, incluso tropicales. Entonces, el hecho de
hallar estos microorganismos en Rosario nos permite inferir que en aquel tiempo la
temperatura media debía ser mayor que en la actualidad”.
En un período conocido como “Óptimo Climático del Holoceno” ocurrió un aumento de
temperatura global por sobre la actual. En Argentina se registra en un lapso de tiempo
que va desde unos 7000 años a 4000 años atrás y durante unos mil años el mar alcanzó
su nivel máximo. Por lo que probablemente hayan sido varios siglos en los que el mar
pudo adentrarse en la provincia de Santa Fe”, analizó el investigador.
“Estas conclusiones son sorprendentes si se contrasta con la actual bajante del del Río
Paraná, cuyo caudal ha caído a su nivel más bajo en muchas décadas. Así, podemos ser
testigos de enormes cambios climáticos que ocurren naturalmente; sin negar por otro
lado el aporte de la actividad humana”, agregó.
Entre rutas de acceso y antiguos rituales simbólicos
Para David Avila, docente e investigador de la Universidad Nacional de Rosario quien
no participó directamente en el trabajo, este hallazgo “genera nuevas preguntas para la
arqueología de cazadores-recolectores que habitaban la región pampeana, sobre la
distribución y fuentes de obtención de moluscos marinos”.
“Nuestras investigaciones en el sur santafesino permitieron hallar material
malacológico, sobre todo una especie, Adelomenon brasiliana, que se recuperó en sitios
asociados a entierros humanos. Se cree que tuvieron un carácter simbólico”, detalló
Avila, en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM.
¿Y de dónde obtenían esta especie de molusco los antiguos pobladores? “Ahí se
establece una relación con los hallazgos de este antiguo mar, ya que los posibles lugares
de obtención se acortarían para el sector norte de la región pampeana- consideró el
antropólogo-. Así, se generan nuevas hipótesis sobre otras rutas de acceso para su
búsqueda de moluscos marinos, ya sea directo o por mecanismo de intercambio con
otros grupos humanos para su uso”.