En la ciudad de Rojas, la frontera entre el oficialismo y la oposición parece borrarse, en tanto que un conflicto de vecindad reveló la connivencia entre la Municipalidad que comanda el intendente de Juntos, Claudio Rossi, con el delegado de la Defensoría del Pueblo, el dirigente peronista Ramiro Baguear, para protegerle su negocio personal.
El conflicto comenzó en 2019, cuando los vecinos de un barrio residencial de la periferia de la ciudad, empezaron a elevar las quejas por la apertura de una quinta para el desarrollo de eventos, la cual no cumplía con las mínimas regulaciones sonoras. Cansados de las constantes fiestas con música a todo volumen, denunciaron a la quinta en la Municipalidad por ruidos molestos y música a desniveles.
Pero la sorpresa llegó cuando los vecinos acudieron a la flamante delegación de la Defensoría del Pueblo, debido a que su titular, Ramiro Baguear, a quien fueron a pedirle una solución, era en realidad el propietario de la quinta y causante del incordio en el barrio residencial.
Cuando el 7 de marzo en otro nuevo evento con música a todo volumen, los vecinos volvieron a insistir con la Municipalidad para que controle el nivel de la música y observe en todo caso si la quinta tenía habilitación, la respuesta del jefe de Inspectores, Mario Rizzi, fue contundente: «nosotros íbamos a desactivar eso, pero lamentablemente del Municipio lo habilitaron».
«Ahí mando a los inspectores para que vean el tema de la música. El único problemita acá es que nosotros íbamos a desactivar eso, pero lamentablemente del Municipio lo habilitaron. Así que vamos a pasar, y ahí le dije a los inspectores si hay que infraccionar por el tema de música, se infraccionará. Pero lo habilitaron del municipio», le respondió Rizzi a los vecinos.
A comienzos del presente mes, la incredulidad de la situación se convirtió en una compleja connivencia, cuando luego de otra queja por parte de los vecinas y las vecinas debido a nueva fiesta, la propia secretaria de Seguridad, Betsabé Corro, les afirmó que los inspectores ya habían acudido al sitio pero no podían clausurar el espacio porque estaba el propio «Baguear con amigos».
De acuerdo a la secretaria Corro, el municipio no podía accionar contra los ruidos molestos, la música a desnivel y las personas alcoholizadas orinando en las casas lindantes, debido a que se trataría de un evento privado en la propiedad del delegado rojense.
Sin embargo, la propiedad ubicada en la esquina de Roques y José Hernández, se promociona para alquilarla en las redes sociales como Quinta La Vasco, para la realización de «eventos, despedidas, cumpleaños, pool party, encuentros, previas y actividades al aire libre». Es decir, que se usa con fines comerciales sin habilitación por parte del municipio, a criterio de Corro.
La connivencia de la Municipalidad para con el supuesto encargado de velar por los derechos de los y las rojenses, para la protección de su negocio particular, tiene a los vecinos y las vecinas de Rojas sin más a quien acudir.
Por ello, insisten ahora en el Concejo Deliberante, adonde solicitaron «que nos muestren las habilitaciones correspondientes de funcionamiento de dicho lugar, o las multas o clausuras por actuar sin dicha habilitación; se desestime todo pedido de habilitación para realizar eventos de dicho lugar». Esperan ahora que les den lugar.(INFOCIELO)