a Fiscalía General del Departamento Judicial de Junín difundió un comunicado este martes por la noche referido al femicidio de Úrsula Bahillo, cometido en la ciudad bonaerense de Rojas, en el cual detalló las denuncias que había realizado la víctima.
De acuerdo a lo informado, el 28 de enero pasado la madre de Bahillo había denunciado al oficial de la Policía bonaerense Matías Ezequiel Martínez, de 25 años, por los delitos de amenaza y desobediencia, cuyo expediente era seguido por el fiscal Sergio Terrón, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Junín, el mismo que ahora tiene a su cargo la investigación por el femicidio.
Asimismo, el 5 de febrero se reiteraron las denuncias hacia Martínez por amenazas y desobediencia, y en esa oportunidad la UFI 3 de Junín instruyó la causa.
En tanto, el policía que mató a Úrsula, que estaba con carpeta psiquiátrica desde septiembre pasado, debía presentarse el próximo 18 de febrero a una audiencia ante el Juzgado en lo Correccional 1 departamental, en el marco de un juicio por el delito de “amenazas calificadas” contra una expareja.
También el comunicado señaló que el informe preliminar realizado por personal médico del Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forense Norte indicó que la causa de muerte de Bahillo fue “secundaria a lesión por arma blanca de estructura vasculares de cuello, generando shock hipovolémico con escasa agonía, aunado a las lesiones punzocortantes observadas en región abdominal y dorsal”.
Igualmente se aclaró que esa información deberá ser ratificada en la operación de autopsia, prevista para mañana a partir de las 7.
La ministra de las Mujeres de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, cuestionó el accionar de la Justicia que solo dispuso «una medida perimetral» cuando «ameritaba una intervención mucho más clara y decidida» antes de que se cometiera el femicidio de Ursula Bahillo, en la localidad de Rojas.
«Una medida perimetral no era suficiente»
«Nos sentimos profundamente conmocionadas, doloridas. Es tal cual se señala una muerte que se podría haber evitado» escribió la ministra en su cuenta de Instagram y destacó que desde la Justicia «se debía parar al que iba a ser un femicida. El Estado sigue sin llegar en distintos sectores institucionales como se debe». Precisó además que «había denuncias previas, pedidos de ayuda» por alguien «que no sólo era violento con Úrsula sino también con su ex pareja».
Para Díaz, ese Poder Judicial, esa fiscalía que recibió la denuncia de Ursula, que tenía absolutamente todos los indicadores del grado riesgo que corría, «solo acudió a plantear una medida perimetral cuando era evidente que la situación ameritaba una intervención mucho más clara y decidida para pararlo. Para parar al que iba a ser un femicida».
«Esa persona tenía que detenerse, en todo caso gestionar la colocación de una tobillera, medidas mucho más fuertes que plantear una perimetral que sabemos que en estos casos no las respetan», advirtió la ministra.
El femicidio de Úrsula Bahillo
Úrsula Bahillo, de 18 años, fue asesinada de al menos 10 puñaladas en la ciudad bonaerense de Rojas y por el femicidio quedó detenido e internado su exnovio, un policía que se autolesionó tras el ataque, lo que generó una pueblada frente a la comisaría local donde hubo destrozos y disparos de bala de goma, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.
La víctima fue hallada asesinada este lunes alrededor de las 20.30 entre unos pastizales en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de dicha ciudad del noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Fuentes policiales y judiciales informaron a Télam que por el femicidio fue detenido su exnovio, Matías Ezequiel Martínez (25), un oficial de policía bonaerense que estaba con carpeta psiquiátrica desde septiembre pasado y que se autolesionó luego del hecho.
Los investigadores trataban de establecer si el acusado citó allí a Úrsula, quien era hija de un conocido comerciante de Rojas donde residía, o bien pactaron un encuentro para solucionar cuestiones relativas a su vieja relación y a las denuncias que la víctima había radicado contra él por violencia de género.
El femicidio fue descubierto tras un alerta al 911 de un tío del propio imputado que refirió que creía que su sobrino había matado a una joven porque éste le confesó en un llamado que «se había mandado una cagada»(LA CAPITAL)