La conversación entre Zabaleta, Katopodis y Bucca es prácticamente ininterrumpida. Los tres se mantienen en silencio para la prensa pero no paran de hablar entre sí y en cada análisis que hacen del camino tomado llegan a una conclusión poco favorable.
Otean difícil y complicado permanecer en un espacio que sólo tiene a la figura de Randazzo, cuya imagen en las encuestas no logra levantar, y un sello del PJ que es compartido y se vislumbra vacío en el costado que quedó para el chivilcoyano. Pero eso es lo de menos cuando todavía falta mucho para las elecciones.
“Que hay aprietes no tengas dudas”, reconoció un ladero de uno de los tres hombres que desde el principio más forzaron la candidatura de Randazzo en unas PASO, pero que una vez que estas quedaron negadas por Cristina dejaron al exministro del Interior demasiado desprotegido. Esos “aprietes” provienen del kirchnerismo y en muchos casos hasta se hacen públicos. Basta repasar las declaraciones de los intendentes más ligados al universo K como Mario Secco, Jorge Ferraresi y Pablo Zurro, por nombrar sólo algunos.
De todos modos, los jefes comunales peronistas de la alianza Unidad Popular siguen en denodados esfuerzos por evitar que el sábado 24 se presenten dos listas con sello Justicialista. Los puentes de las negociaciones siguen tendidos, y “todos hablan”. Y en la reconquista de aquellos que están en el espacio de Randazzo el objetivo se centra cada vez más en los intendentes, que son los que tienen poder. Puede sonar duro, pero si logran vaciar de contenido a Randazzo, muy poco les importará a los K el destino del Flaco, y la oferta para que él regrese pierde valor a cada minuto.
Las invitaciones, por otra parte, nacen fundamentalmente del Frente Renovador y también de Cambiemos. Juan Zabaleta trabajó con Massa, Gabriel Katopodis supo ser uno de los laderos más destacados del tigrense. Y Eduardo Bucca tiene líneas tendidas con dirigentes massistas de la Séptima. Por otra parte, mantiene una excelente relación con otro bolivarense, el presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca, quien lo tienta con un pase a Cambiemos, que sería de alto impacto. Ni hablar si ese pase lo producen el de Hurlingham o el de San Martín.
“Quizá no sea a gusto, pero no les queda otra que quedarse, ya jugaron acá y si la jugada sale mal sale mal, no tienen margen para volver, aparte ya saben lo que es el kirchnerismo, si volvés te mandan a la cola y te orinan”, le dijo a La Tecla un allegado a uno de los intendentes. No obstante, reconoció que la situación se presenta complicada, y que se viven momentos tensos en el randazzismo.
Hasta hace algunos días, los tres intendentes eran permanentes voceros de las movidas del sector; pero desde que Cristina tabicó la posibilidad de las PASO se han llamado a silencio. También es prácticamente un hecho que noi Katopodis ni Zabaleta integrarán la nómina de diputados nacionales del Frente Justicialista, como se venía trabajando en el espacio.
“Se concentrarán en mantener sus distritos”, fue la contestación ante la consulta de qué rol tendrán en la campaña en caso de que la aventura siga su curso. Si sirve de aliento, Katopodis suele recordar puertas adentro que “cuando me fui al massismo me decían que no iba a poder volver más al peronismo, no sólo volví sino que de entrada me dieron un rol importante al ser uno de los negociadores del presupuesto provincial”.
Pero ellos tres no son los únicos intendentes que están en esta encrucijada. Casi una decena de alcaldes del interior se alinean detrás de Randazzo. A saber: Marcos Fernández (Monte Hermoso), Ricardo Alessandro (Salto), Alfredo Fisher (Laprida), Marcelo Santillán (Gonzáles Chaves). Germán Lago (Alberti), Walter Torchio (Carlos Casares), Jorge Cortés (Hipólito Yrigoyen), Francisco Echarren (Castelli), Ricardo Casi (Colón).
“El hecho de ir Cristina en un frente y Randazzo en el otro nos perjudica a todos los intendentes y también a Cristina», dice el jefe comunal de Colón, Ricardo Casi, que insiste, al igual que antes, con que «el mejor escenario era el de las PASO, donde íbamos a legitimar al ganador y de esa manera ir todos juntos a octubre a derrotar a Macri».
Sin embargo, tiene en claro que «ahora hay un escenario nuevo» y que «hay que repensar la estrategia», y consultado sobre si existe la posibilidad de que Randazzo se baje y adhiera a Unidad Ciudadana, señaló que «no creo, por lo que le escucho decir a él (Randazzo) no creo que sea así». «Tenemos unos días para ver como seguimos», afirmó.
«vamos a ver los apoyos concretos con lo que contamos para la interna del PJ y de cara a las generales de octubre, el martes o miércoles de la semana que viene el panorama va a estar un tanto más claro», añadió el mandamás colonenese, dando a entender que el panprama en el randazzismo tiene más grises que otra cosa.
“La formación del Frente de Cristina y por otro lado Florencio con el PJ va a generar demasiado ruido y complicaciones en un período muy breve de tiempo. No era necesario, se tendrían que haber sentado y acordado de alguna manera. En mi distrito es un problema. La jugada de Cristina es valiosa, es muy importante, pero a mi entender súper arriesgada”, dice Walter Torchio, de Carlos Casares.
Y agrega que “si le sale va a ser fantástico, pero está poniendo mucho en juego, sobre todo está poniendo en juego la unidad de un espacio político, que me parece que venía siendo una alternativa muy potable para el 2019. A partir de ahora hay que ver cuanto daño se hace a si mismo el Justicialismo y si tiene capacidad para rearmarse y llegar a las presidenciales con posibilidades de disputarle la elección a Macri”.
En tanto, otro jefe comunal del interior que juega con Randazzo pero que prioriza las PASO más allá de los nombres, dijo a este medio que «acá se renuevan seis concejales y si arman una lista de Unidad Ciudadana que atraviesa las Primarias con el 1,5 por ciento, en octubre me va a sacar votos a mí, no tengas dudas. No le hacen la interna al Flaco, me la hacen a mi».
«Me da bronca que venga un boludo de otro distrito más grande a llenarles la cabeza a los pibes y a abriles un local. Me re caliento», concluye el jefe comunal, quien afirma que «en las reuniones que compartí con el Flaco y con Julián jamás se habló mal de Cristina o del resto de los compañeros. Si nos tocaba perder el espíritu de acomapañar era real, pero ahora es imposible».
El entorno íntimo del chivilcoyano asegura que por ahora se mantiene en su potura, sin embargo, son los propios intendentes de su espacio quienes comenzaron a ejercer presión, aunque sea, como señaló Casi, para repensar la estrategia. Otra fuente allegada expresó que «en las últimas horas hubo avances». (datos La Tecla)