La cámara que nuclea a las Pymes del noroeste bonaerense (CAPYNOBA), esta semana enviaron una nota al intendente solicitando una reunión “urgente” para tratar el tema de la tasa de Seguridad e Higiene, y en conjunto habrían decidido no pagar el gravamen que vence este fin de semana, por lo cual se establece una virtual “rebelión tributaria”.
Vale recordar que la municipalidad, frente a las quejas, retrocedió a la alícuota de diciembre 2023 para el primer pago del año.
De no hallar soluciones, las pymes buscarán amparo judicial ya que consideran que “los aumentos de las tasas son desmesurados, discriminatorios, abusivos y ubican a Junín como una ciudad inviable para la radicación de nuevas empresas y el desarrollo de las ya existentes”, para colmo sostienen que “semejante voracidad contrasta con la pobre o nula contraprestación en materia de servicios municipales”.
Según da cuenta Semanario, CAPYNOBA está en sesión permanente y muestra una actividad incesante desde los primeros días de este año y luego que empezaran a llegar las facturas para el pago de la tasa de Seguridad e Higiene, que el municipio, con la anuencia de los concejales del PRO, la UCR, la Coalición Cívica y el bloque de La Libertad Avanza, aprobó el incremento de la alícuota del canon que, para aproximadamente 29 actividades comerciales e industriales, se incrementó un 300%.
Aumento es descomunal
El aumento es descomunal porque no está atado a las variables inflacionarias, sino que se trata del pago de un porcentaje por las ventas.
Ese canon que era de entre el 0,3 y el 0,6%, pasó injustificadamente al 2%, lo cual para muchas empresas representa hasta un 40% de la rentabilidad total.
Los ejemplos fluyen junto al enojo de los mercantiles, a quienes les llegaron las facturas a pagar.
Tasas impagables
Las que el año pasado eran de 1.800.000 pesos se fueron 6.000.000 o en aquellos casos que abonaban 3.500.000 y ahora serán 10.000.000 de pesos. Con un aditamento y es que las tasas municipales sufrirán otros tres aumentos al año en base a un porcentaje atado al incremento del salario municipal y el precio de los combustibles.
Lo que irrita todavía más a los empresarios, es que mientras en diciembre todo era risas y abrazos con Pablo Petrecca en las cenas de fin de año, el alcalde ya tenía pergeñado el plan para triplicarles el valor de la tasa, por eso un grupo de ellos confiaron a SEMANARIO que se sienten “traicionados y decepcionados” con la actitud del jefe comunal que, al mismo tiempo creó la Agencia de Recaudación Junín (ARJUN) y ya tendría armado un entramado de abogados para salir a perseguir a los morosos, en función de la baja cobrabilidad que tiene el municipio en varios ítems. (InfoGEI)