El dirigente radical, Raúl Alfonsín, volvió a mostrar diferencias con el gobierno nacional y afirmó hoy que “si estuviera en el mundo del trabajo, si no fuera político, si no fuera radical y si no estuviera en Cambiemos iría a la marcha” del próximo 21 de febrero.
“No puedo decir que apoyo (la protesta) porque lo ideal sería trabajar para encontrar consensos, pero la entiendo perfectamente”, apuntó en una entrevista radial. Y agregó que “en el país hay un 30 por ciento de pobres y un 10 por ciento de desempleo. Los salarios y las jubilaciones muy bajos, que apenas alcanzan para cubrir la canasta familiar”.
Alfonsín planteó además que en el Gobierno “muchos quieren atacar al sindicalismo porque es un factor de negociación importante con el capital” y sostuvo que “los sindicalistas corruptos le viene como anillo al dedo a quienes quieren una organización de los trabajadores débil”. (InfoGEI)