De acuerdo con estudios de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), durante el confinamiento por COVID-19 se evidenció un incremento de consultas por sospechas de pubertad precoz de un 2,3 veces en comparación con dos años anteriores. Asimismo, las cifras confirman que este aumento se vio reflejado casi exclusivamente en niñas (95%).
La semana pasada las comisiones de Salud y Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Senadores otorgaron dictamen favorable al proyecto de ley que propone el establecimiento del Programa de Pubertad Precoz. Esta iniciativa busca garantizar el acceso gratuito al diagnóstico, tratamiento integral y provisión de medicación, en particular, los bloqueadores hormonales.
¿Qué son los bloqueadores?
Los bloqueadores hormonales son medicamentos que se emplean para tratar enfermedades asociadas con desequilibrios hormonales. Pueden actuar de diferentes maneras, dependiendo del tipo de bloqueador hormonal y de la patología que se esté tratando. Algunos bloquean receptores hormonales en las células del cuerpo, lo que evita que las hormonas ejerzan su efecto. Mientras que otros inhiben la producción de hormonas en las glándulas que las producen.
Los bloqueadores tienen utilidad en numerosas indicaciones. Tanto en adultos como en niños. En endocrinopatías como la pubertad precoz, los inhibidores hormonales constituyen el tratamiento aprobado para lograr la detención, y en muchos casos, reversión de los signos puberales que aparecen antes de tiempo.
Según supo InfoGEI, la pubertad precoz ocurre cuando el cuerpo de un niño o una niña comienza a evidenciar signos de un desarrollo sexual adelantado antes de los 8 años de edad. Esto comprende el crecimiento acelerado de huesos y músculos, cambios en la forma y el tamaño del cuerpo y el desarrollo mamario en las nenas y el aumento del tamaño testicular en los varones.
En el tratamiento de personas diagnosticadas con pubertad precoz el tipo de bloqueadores hormonales utilizado son los análogos de GnRh. La hormona liberadora de gonadotropina (GnRh) es una hormona secretada por neuronas del hipotálamo que estimula la liberación de gonadotropinas (hormona estimulante del folículo y hormona luteinizante). Las gonadotropinas viajan por el torrente sanguíneo hasta los ovarios o testículos y estimulan la producción de estrógeno, progesterona y testosterona respectivamente. Los análogos de GnRh son una forma sintética de esta hormona y se utilizan para regular la generación de hormonas sexuales en el cuerpo.
Los análogos de GnRh permiten demorar el inicio temprano al bloquear temporalmente la producción de las hormonas sexuales, adecuando los cambios de la pubertad a una correcta edad cronológica y similar a la de sus pares. En virtud de ello, garantizar el acceso gratuito al tratamiento integral es un paso significativo hacia un futuro en dónde los niños y niñas con pubertad precoz puedan disfrutar de una mayor calidad de vida tanto física como psíquica y emocional. (InfoGEI)