Provincia de Santa Fe: Recreos largos, tres horas de clase y sectores de aislamiento, así será el regreso a las escuelas

Las escuelas santafesinas dispondrán de “un lugar especial para el aislamiento de los alumnos que no se sientan bien”, detalló este sábado la ministra de Educación de la provincia, Adriana Cantero, en alusión a aquellos niños y adolescentes que durante la jornada escolar manifiesten alguna sintomatología asociada al coronavirus. Los dichos de la funcionaria se dieron en el marco de un anuncio oficial sobre la implementación del regreso a las aulas en el ciclo lectivo 2021, en el que no se aclaró cómo se procederá si personal docente o no docente presenta signos de alarma.

En tanto, la agrupación autoconvocada “Padres por la educación”, que pretende se declare la educación como un servicio esencial, se pronunció en contra de la semipresencialidad.

 

Las puertas y los halls de las escuelas de la ciudad, con aglomeraciones en el horario de entrada y salida, así como los patios poblados por chicos de distintos grados antes de que suene el timbre o en los recreos, quedarán por ahora en el recuerdo. El ingreso de los estudiantes a los establecimientos en pandemia “será sin amontonamientos, con desinfección y control de temperaturaDespués entraremos al salón, donde vamos a conversar sobre cómo nos sentimos; y si alguien no se siente bien, la escuela va a tener un lugar especial para el aislamiento y se hará un llamado inmediato a las autoridades sanitarias”, aseguró Cantero.

Tras un ingreso controlado de acuerdo a protocolos, basados a su vez en directivas del Ministerio de Educación de la Nación, el plan es dar una hora y media de clase. Luego habrá un recreo extenso “donde vamos a compartir entretenimientos en burbujas”, siguió la ministra. Es decir que “un grupo solo interactúa con su grupo, con actividades preparadas especialmente”.

Durante el recreo, “los adultos de la escuela colaborarán para ventilar los espacios y después, con lavado de manos incluido, vamos a ingresar a clases para otra hora y media de trabajo”. También se contempla que la salida sea “ordenada”, manifestó Cantero.

A esto se suma que los estudiantes no asistirán todos los días sino la mitad del mes, en un sistema de alternancia semanal. “Esto implica una semana un grupo en clases mientras el otro trabaja en casa y a la semana siguiente alternamos esa cursada; con cuadernos y actividades que nos van a dar nuestros profesores y maestros especialmente preparados, ya que el Ministerio de Educación va a seguir repartiendo materiales impresos para sus estudiantes, estén en la sala de nivel inicial, en los grados de primaria o en los años de secundaria”, concluyó la máxima autoridad de la provincia en materia educativa.

En ese sentido, la funcionaria participó junto a su colega de Trabajo y Seguridad Social, Juan Manuel Pusineri, de una reunión paritaria con gremios docentes en los que uno de los temas excluyentes fueron las condiciones sanitarias para el retorno a las aulas. Esto se seguirá discutiendo a la par que la cuestión salarial en el transcurso de la semana, casi en consonancia con la reincorporación de los maestros, que vuelven el 17 de febrero para encontrarse con los séptimos grados del nivel primario y con los quintos y sextos años de instituciones secundarias y técnicas a los fines de cerrar el ciclo 2020. En tanto, el inicio de clases está programado para el 15 de marzo.

                   Un servicio esencial

La agrupación “Padres por la educación” de Rosario, a su vez nucleados en “Padres organizados” de la provincia y de la nación, no está conforme con el esquema de semipresencialidad, dijo uno de sus integrantes, Pablo Mariani. “Los chicos tienen que volver a clase todos los días porque la alternancia semanal no es ni chicha ni limonada”, se quejó el hombre, padre de dos niños que concurren a la primaria. “Por un lado no resuelve el tema epidemiológico ni el tema del trabajo de los adultos. ¿Cómo hacen quienes tienen dos o más hijos?”, preguntó, ya que aún es una incógnita cómo va a ser el armado de las burbujas y si se hará coincidir a los hermanos para que compartan los periodos de asistencia a las escuelas y de trabajo en casa.

“¿Cómo organizan su rutina los padres que trabajan la semana que los chicos no van a la escuela? ¿Exponemos a los abuelos a que los cuiden?”, siguió Mariani.

En un marco de muchas dudas, el grupo de padres y madres autoconvocados cuenta con una definición: quieren que el servicio educativo sea declarado esencial y para eso están manteniendo reuniones con legisladores provinciales. Este lunes lo harán con la diputada justicialista Lucila De Ponti y con su par del Frente Social y Popular Carlos del Frade.

El problema más acuciante no está necesariamente en la clase media, que cuenta con computadora y wifi, sino en los de sectores vulnerables, hacinados en sus casas y expuestos a violencia intrafamiliar y barrial por no ir a la escuela, y ni hablar de los chicos con necesidades especiales”, finalizó.(La Capital)