La pandemia puso blanco sobre negro varios problemas que existían con anterioridad al virus. Las condiciones de trabajo de los médicos es una de estas cuestiones: los bajos salarios obligan a tener varios empleos, a veces en distintas provincias, y ese ir y venir eleva el riesgo de contraer coronavirus. El Ministerio de Salud de la provincia está buscando la manera de limitar los traslados de profesionales que trabajen en hospitales o clínicas fuera del territorio santafesino, como una forma de controlar la circulación del virus. Los gremios reclaman que la medida no afecte el ingreso monetario del personal de salud.
Las autoridades sanitarias miran con atención el caso del médico bonaerense contagiado de Covid-19 que cubría guardias en el sanatorio de Venado Tuerto y transmitió la enfermedad a quince personas (dos pacientes, siete empleados, cuatro profesionales y dos contactos estrechos, según informó oficialmente el Sanatorio San Martín, donde el trabajaba el profesional). En Rosario hubo también casos de profesionales diagnosticados que tenían antecedentes de viaje por motivos laborales a la provincia de Buenos Aires.
Según advierten, el traslado de los profesionales de la salud a localidades donde existe circulación viral multiplica el riesgo de contagios. De acuerdo a la experiencia, los contagios no se dan entre pacientes y médicos, sino entre los propios profesionales de la salud, o lo que se denomina como transmisión horizontal.
Con esos argumentos, en los hospitales provinciales de Rosario comenzaron a conversar con los médicos que también trabajan en la provincia de Buenos Aires para que «elijan dónde trabajar», según confirmaron a LaCapital varios profesionales y referentes de los dos gremios que reúnen a los profesionales de la salud, Amra y Siprus. Este medio quiso confirmar estas versiones con los directores de los centros de salud y funcionarios del área, sin encontrar respuesta.
En los últimos quince días, la provincia sumó 134 nuevos casos de coronavirus, pasando de 285 a 419 diagnósticos desde el inicio de la pandemia. La aceleración de los contagios, sobre todo en el sur provincial, está relacionada mayoritariamente con traslados a provincias en las que hay circulación de Covid-19, como Buenos Aires o Chaco.
Por eso, hace diez días el gobernador Omar Perotti firmó el decreto Nº 543, que indica que las personas que ingresen a la provincia desde zonas de circulación del virus deberán cumplir 14 días de aislamiento obligatorio. En tanto, quienes viven en la provincia pero viajan a lugares de riesgo por razones «humanitarias, de fuerza mayor, laborales, comerciales, profesionales o para el ejercicio de actividades habilitadas», a su regreso «quedarán excluidas de participar en las actividades exceptuadas del aislamiento social, preventivo y obligatorio».
La norma sostiene también que estas personas deberán permanecer durante 14 días «en aislamiento en sus domicilios de residencia, limitando sus salidas a lo estrictamente necesario por razones alimentarias, de salud o de fuerza mayor».
Entre los médicos que trabajan en distintas jurisdicciones, la decisión no fue bien recibida. «Se trabaja en varios lugares porque lo necesitamos», indicó un cirujano que se desempeña en hospitales santafesinos y de la provincia de Buenos Aires, y manifestó el malestar de los médicos respecto a las sugerencias sobre evitar empleos por fuera de la provincia de Santa Fe. «Cayó muy mal. Nadie se quiere contagiar, nadie se quiere enfermar», dijo.
Pero además, advirtió que se podría crear un verdadero problema para los hospitales y sanatorios de uno y otro lado de los límites provinciales. «Si los médicos optan por trabajar acá, dejamos sin profesionales a los hospitales bonaerenses. Si en cambio eligen trabajar en Buenos Aires, los que quedarían sin gente son los hospitales santafesinos», explicó.
El profesional advirtió que muchas localidades del norte de la provincia de Buenos Aires, como San Nicolás, San Pedro, Baradero, Campana o Zárate tienen en sus consultorios, guardias o áreas de cuidados críticos, médicos rosarinos. «Buenos Aires paga mejores salarios, lo que hace que, pese a las distancias, esas guardias sean redituables», afirmó y calculó que sólo en una de estas localidades «debe haber como 30 ó 40 médicos de Rosario que trabajan tanto en el sector público como en clínicas y sanatorios privados».(LA CAPITAL)