Según reveló un informe del Ministerio de Economía y Unicef el 84% de estos hogares con una persona a cargo del cuidado exclusivo son mujeres. Seis de cada diez familias monomarentales son pobres, el doble del promedio general.
“Lo más importante para nosotras es comenzar a tener una conversación social que dé cuenta de la importancia que tiene esta problemática para muchísimas familias y personas que están al cuidado de niños, niñas y adolescentes” continuó Portos en relación a la encuesta que pretende llegar a los 135 municipios de la provincia.
El incumplimiento de la obligación de pago de cuota alimentaria “es obstáculo para el acceso a otros derechos y está en el vórtice de lo que es la brecha en el acceso al trabajo y el acceso al salario.” continuó.
Según estiman distintos informes e investigaciones, la brecha de ingresos entre varones y mujeres alcanza el 27% para quienes realizan trabajos formales y asciende al 40% en informales.
“En la idea final está poder generar, no solamente consciencia social y colectiva respecto de la corresponsabilidad en la crianza, sino también políticas públicas que acompañen a quienes cuidan en el acceso a sus derechos” enfatizó la subsecretaria.
“En principio estamos tratando de generar este mapa, luego vamos a pasar a otras etapas de análisis y de trabajo. Seguramente vamos a necesitar la colaboración del poder legislativo porque para pensar políticas públicas se va a necesitar alguna reforma legislativa” culminó.
Otra forma de Violencia de Género
Según explica el texto que acompaña la encuesta sobre el cumplimiento de la cuota alimentaria, el no pago de los alimentos por parte de progenitores «pone en evidencia las limitaciones del marco normativo» para aquellas mujeres que deben reclamar el pago, sobre todo cuando estos no cuentan con trabajo registrado o bienes a su nombre.
“La falta de pago de cuota alimentaria es altísima, y hace que realmente sea un modo de violencia de género que se invisibiliza” dijo a INFOCIELO Valeria Segura, Directora del Centro de Atención a las Victimas de Violencia de Género (CAV)
El artículo 4º de la Ley 26.485 «De protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales» define la violencia contra las mujeres a «toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal». La falta de pago de la cuota constituye una forma de violencia económica contra las mujeres.
El desentendimiento de muchos varones sobre sus obligaciones de cuidado representa “una causa del empobrecimiento” ya que termina recayendo la responsabilidad exclusiva de “hacerse cargo de deudas alimentarias, de la subsistencia de la casa” en las mujeres. “Eso genera el empobrecimiento, no solamente es cobrar menos sino tener que gastar gran parte de su salario en el cuidado de distintos familiares” explicó Segura.
Además, la directora del CAV remarcó que muchas veces las mujeres no realizan el procedimiento para exigir el pago de la cuota porque implica volver a exponerse a situaciones de violencia. “Hay situaciones de violencia o manipulación que hacen que el proceso sea desgastante porque implica hacer una serie de movimientos, hablar con un abogado, juntar papeles, tener que ir a audiencias, estar en contacto con una persona que quizás es violenta”.
“No se ve mucho la cuestión estructural” agregó Segura. “En los procesos por los juicios de alimentos en familia se está apuntando a pensar los aspectos individuales, por ejemplo si la mujer tiene un empleo registrado o gana más eso se considera, se le exige menos cuota alimentaria al varón, pero lo que no está contemplado es el aspecto estructual, que es por ejemplo todo el tiempo que tiene que dar esa persona para buscar a les hijes a la escuela, compartir el tiempo de hacer la tarea, llevar a las actividades deportivas, todo lo que implica el bienestar”.
“El cuidado no se ve como un bien que tiene que estar en la ecuación y que los padres no lo hagan es algo común” completó.(INFOCIELO)