Las autoridades sanitarias de la provincia de Buenos Aires volvieron a reclamar el endurecimiento de las medidas de restricción en el marco de la segunda ola de coronavirus. “Necesitamos una medida drástica de por lo menos 15 días”, dijo el ministro de Salud, Daniel Gollan.
“Desde la política esperamos consensuar medidas similares, como hicimos el año pasado, pero lo que prima es que estamos en una situación crítica y necesitamos una medida drástica de 15 días, por lo menos, que creemos que sería suficiente”, dijo Gollan en declaraciones televisivas.
Para explicarlo, el funcionario definió como “medidas drásticas” a aquellas tendientes a “bajar la circulación a un nivel donde dejemos lo mínimo indispensable para la vida cotidiana” e hizo un paralelismo: “Como en la cuarentena del año pasado, con algunas diferencias que podemos llevar adelante”.
En el mismo sentido, Berni volvió a considerar que “lo más prudente es cerrar” porque “nadie puede garantizar qué va a pasar” e insistió con que esa reducción de actividades debe ser total.
“Las medidas restrictivas van a impactar mucho mejor si se cumplen y, para que haya un cumplimiento, tiene que haber una regla generalizada, sino empezamos en las excepciones y eso genera incumplimiento de la norma”, dijo en declaraciones a Radio La Red.
Como ejemplo, se mostró de acuerdo con suspender los partidos de fútbol. “Si un bar, un shopping o cualquier Pyme tienen que cerrar, me parece que el futbol no puede ser la excepción, porque esas violaciones o esos bypass de la ley generan un malestar generalizado, sostuvo”.
El viernes el ministro de Seguridad había dicho que su “opinión personal” era que había que disponer una cuarentena total. “Mi opinión personal es que tenemos que ir a una cuarentena de verdad. Un día de inicio, un día de final y donde todo está cerrado, absolutamente todo”, había dicho en declaraciones televisivas.
Por su parte, el viceministro Nicolás Kreplak sostuvo que “tiene que bajar más la cantidad de circulación y más la cantidad de casos”.
En ese marco, Kreplak se mostró muy preocupado por la ocupación en las terapias intensivas y coincidió con lo que vienen advirtiendo desde el Gobierno nacional al afirmar que en Ciudad de Buenos Aires “las obras sociales y las prepagas que habitualmente usan esas clínicas hace ya unas cuantas semanas se quedaron sin camas” y que por ese motivo, “empezaron a usar las clínicas del conurbano que habitualmente utilizan los obras sociales sindicales o provinciales, por lo que el 50% de las personas que están en terapia intensiva de los hospitales públicos son pacientes de las obras sociales que no consiguieron lugar en esas clínicas”.
“Es algo que sucede porque no tienen lugares donde derivar”, dijo Kreplak, al considerar que las clínicas no tienen cómo aceptarlos y se trata de una situación muy crítica” porque “atenta contra la calidad de atención”.
En tanto, esta mañana, el director provincial, Juan Riera, advirtió que ya se empezaron a dar complicaciones en las derivaciones por la falta de camas. (DIB)