El sábado por la noche, Fernández determinó la extensión del Aislamiento, Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) hasta el próximo 10 de mayo y adelantó que los argentinos podrán tener salidas diarias de una hora en un radio de hasta 500 metros de su hogar para mitigar el encierro. En ese contexto, la Provincia de Buenos Aires, ya comenzó las gestiones para diseñar cómo se aplicará la nueva medida en el territorio más poblado del país.
La concentración demográfica del territorio bonaerense implica una delicadeza mayor a la hora de implementar la nueva medida para evitar un estallido en la transmisión del coronavirus. Según revelaron fuentes gubernamentales, la definición será mano a mano entre las autoridades provinciales y los intendentes, de acuerdo al nivel de población y la situación epidemiológica del distrito.
El gobernador tendrá conversaciones con los intendentes para configurar el nuevo escenario, que con mucha probabilidad no será igual en todos los partidos. La situación difiere en gran medida entre el Conurbano, la porción más habitada de la Provincia donde se concentra la mayor cantidad de casos positivos de COVID-19, y el Interiror de la misma, donde varios municipios ni siquiera presentan contagiados.
Si bien existen varios partidos en los que aún no se han presentado casos, la Provincia busca ser cuidadosa para no agravar la situación sanitaria para lograr una exitosa tercera fase y acercarse a la cuarta de las cinco planteadas por Alberto.