A pocas horas del inicio oficial de clases en escuelas de la provincia de Buenos Aires, la Dirección General de Cultura y Educación actualizó el protocolo para el regreso a las aulas, con algunos puntos que lleva a las instituciones a cambiar cronogramas y las burbujas que funcionarán en las aulas.
A diferencia del protocolo original para el regreso a las aulas, publicado en octubre de 2020, la actualización del documento no determina una cantidad fija de estudiantes por burbuja educativa, sino que establece que el número de los grupos dependerá del tamaño de los espacios áulicos y del cumplimiento del distanciamiento social obligatorio: 1,5 metros entre estudiantes y 2 metros entre los mismos y sus docentes.
Asimismo, confirma que las jornadas deben ser simples, de cuatro horas, y que en caso de que una escuela aún no se encuentre en condiciones de garantizar la presencialidad de sus alumnos y alumnas –por problemas en la infraestructura o por la evaluación epidemiológica de la autoridad sanitaria–, adopte otra modalidad.
cada institución decidirá qué modalidad se ajusta mejor a sus instalaciones. Las clases presenciales, puntualmente, se organizan en bloques de una duración máxima de 90 minutos, separados entre sí por un tiempo de descanso de al menos 5 minutos.
Asimismo, el plan jurisdiccional 2021 indica que la ventilación natural de los ambientes será clave y permanente. Aunque cuando las condiciones climáticas no lo permitan, especialmente con el avance de los días fríos, las puertas y ventanas deben abrirse cada 20 minutos durante un lapso de 5 minutos.
En lo que respecta al uso de tapaboca, es obligatorio para los estudiantes desde el nivel primario en adelante. A partir de la sala de 3 de nivel inicial se promueve su uso todo el tiempo que sea posible. Docentes y auxiliares utilizarán, además, máscaras de acetato. Mientras que se pautan horarios escalonados de ingreso y salida de la escuela para evitar concentraciones. (DIB)