(Por Victor Calvigioni) Las tropas argentinas desembarcaron en las Islas Malvinas con el fin de recuperar la soberanía. En medio de una crisis política, económica y social, la dictadura cívico militar invadió por sorpresa. Todavía en el presente , se exige memoria, verdad y justicia.
El 2 de abril de 1982 tropas argentinas desembarcaron en las Islas Malvinas con el fin de recuperar la soberanía que en 1833 había sido arrebatada por las fuerzas armadas de Gran Bretaña.
Cabe recordar que, a pocos días del desembarco y toma de las islas por parte de la tripulación argentina, la entonces primera ministra de Inglaterra, Margaret Tatcher, envió una dotación de militares ingleses para dar respuesta y desplazar a los militares argentinos.
Si bien la guerra duró 74 días y el conflicto no se pudo evitar, dejó un resultado trágico: 649 jóvenes argentinos y más de 500 suicidios motivados por secuelas y traumas de posguerra. Muchos de los cuales hoy siguen siendo NN en el Cementerio argentino de Darwin.
En marzo de 1983 se estableció que el 2 de abril fuese feriado con el nombre de Día de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Sin embargo, a partir de noviembre de 2000, se convirtió en Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, y desde junio de 2006 es un feriado nacional inamovible.
Gerardo Marchisio un héroe colonense
Gerardo Marchisio es nuestro héroe de Malvinas. Los 39 años que pasaron sirvieron para cicatrizar las heridas y aceptar la realidad. Emilia Sansoni, su madre, tuvo que esperar 16 años para conocer como transcurrieron los últimos minutos del joven colonense, a través del relato del almirante Castro Madero (hijo). En el momento de efectuarse el ataque, ambos dialogaban en la cubierta del buque insignia de la armada, pero al estallar los dos torpedos se separaron y el oficial no lo volvió a encontrar.
Castro Madero al llegar a tierra preguntó por Gerardo pero le contestaron que no había sido rescatado.
La búsqueda
La lucha de la familia por saber la verdad sobre el destino de Gerardo llevó años.
En mayo de l982 un rumor ganó a compañeros de Marchisio. La versión decía que el colonense había sido visto por un soldado conscripto pergaminense cuando saltaba a un bote de salvataje.
El joven fue consultado y negó terminantemente la declaración.
También el Dr Venturotti recibió un llamado telefónico a su casa donde un interlocutor anónimo comunicaba que Gerardo Marchisio había sido rescatado. Los familiares viajaron a Punta Alta e ingresaron a la base de datos sin que el nombre del marinero apareciera en el listado.
La Armada Argentina recién a finales de junio de 1982 comunica a través de una carta que el colonense revestía carácter de desaparecido.
Las esperanzas
La familia Marchisio casi diez años después recepcionó una versión proveniente de la localidad de General Pinto. Los testimonios agregaban que un joven muy parecido a Gerardo atendía las mesas de un comedor. Los colonenses viajaron y aunque el muchacho era parecido no se trataba del marinero buscado.
La búsqueda se tornó dramática. Una comunicación telefónica señaló que Gerardo Marchisio se encontraba internado en el Hospital Borda. Emilia Sansoni viaja a la Capital Federal . El personal del nosocomio reconoce el apellido. En la recorrida la mujer observa de espalda a un joven parecido a Marchisio. Un enfermero antes de llegar al lugar donde se encontraba, lo toma del brazo y se lo lleva. A pesar de la insistencia nada se pudo hacer para ubicarlo, y las mismas autoridades niegan que alguna persona con apellido Marchisio se encuentre en el Hospital.
En 1997, una noticia conmueve las redacciones de los medios de prensa. Una versión indicaba que jóvenes desaparecidos del General Belgrano se encontraban internados en la Colonia Montes de Oca. Los Marchisio, avisados por la Asociación de Familiares de Desaparecidos del Belgrano, recorre las instalaciones con resultados negativos.
La historia del barco
La historia del Crucero, que en la actualidad se encuentra en las profundidades del Océano Atlántico, se remite al año 1938 en Phoenix, Estados Unidos, donde el buque fue botado bajo el nombre de USN Phoenix. Sobreviviente del ataque a la base Naval de Pearl Harbor, el Phoenix prestó servicios hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, en el año 1945.
En 1951, el gobierno peronista compra el Phoenix y otro crucero similar, en U$S 4 millones. El Phoenix pasó a llamarse “ARA 17 de Octubre” y su compañero “ARA 9 de Julio”
Finalmente, tras el derrocamiento de Juan Domingo Perón a manos de la Revolución Libertadora en 1955, el 17 de Octubre fue rebautizado como “ARA General Belgrano”.
La última carta
La misiva escrita por Gerardo Marchisio tiene un valor afectivo e histórico. El marinero confirma que el ARA General Belgrano solo tenía la consigna de patrullar una zona. En este sentido, recordemos que el colonense era asistente personal del almirante Castro Madero y que seguramente contaba con una mayor información que el resto de los soldados embarcados.
La misiva señala:
Crucero ARA General Belgrano 22/4/1982.
Queridos padres:
Espero que al recibir estas líneas estén bien al igual que yo. Hoy llegamos a Usuahia después de navegar seis días, porque no pudimos salir el martes 13 por problemas de máquinas y tampoco el miércoles, ni el jueves si no el viernes 16 a las 12.30.
El cumpleaños no lo pasé tan mal porque nos pusimos contentos cuando dijeron que no salíamos a navegar. El lunes 12 me quedé todo el día en el buque esperando un llamado tuyo por teléfono, hasta el martes a la mañana esperaba ese llamado pero no importa, hice de cuenta que estaba allá en Colón y la pasé con los compañeros. Tuvimos unos días de navegación más o menos porque ayer y anteayer se movió mucho el buque, acá en Ushuaia hace mucho frío. No pudimos desembarcar porque aquí paramos a cargar combustible y seguimos navegando. Vamos a patrullar toda esta zona desde las Islas de Los Estados hasta Ushuaia. Ayer nos dijeron que podemos mandar cartas pero no pudimos desembarcar”.
Marchisio agrega “No sabemos cuantos días vamos a navegar pero apenas lleguemos a puerto nos van a dar licencia. El buque anda hecho un avión, una barbaridad. También lo dejamos nuevo no es para menos. Con nosotros alió toda la flota no quedó ningún buque. Así que los de Colón salieron casi todos a navegar.
El encuentro
“Gerlero y Alí estuve con ellos y están bien. Lo que te digo es que te tranquilices que no vamos a las Islas Malvinas.
Lo más cerca que vamos a estar es a 45 kilómetros de la costa, porque nosotros vinimos a patrullar la zona de las Islas de los Estados porque cada buque tiene que patrullar un lugar asignado, por ejemplo el portaviones va a estar patrullando la zona de Puerto Madryn. Tuvimos unos días fríos con mucho viento las montañas de las Islas están cubiertas con nieve y dan un lindo marco al paisaje.
Ayer estuvimos dando vuelta por el canal de Beagle, se movió bastante pero todavía no me hace nada. Acá todo es joda. Los tira (por los superiores) hacen joda y el clima es alegre y humorístico. Todas las tardes por los difusores dan noticias. Los mismos tira y hacen chistes y hasta se está haciendo un torneo de truco y ajedrez.
Embarcaron muchos de comisión y en total hay 1200 hombres, es un despelote terrible cuando toca zafarrancho.
Embarcaron 13.000 kilos de carne. Te imaginas los tipos que deben haber embarcados.
El saludo final
Gerardo Marchisio en la parte final de la carta trata de tranquilizar a su madre diciendo: “ Estén tranquilos que no va a pasar nada. Le mando un saludo para Mary y Carlos y Matías.
Para papi un abrazo grandísimo y para vos mami un beso chau hasta pronto. Gerardo.