El joven había llegado a Mar del Plata el 20 de junio por la ruta 226. En el último control, como en los anteriores, presentó toda la documentación del vehículo en que viajaba en regla y mostró también una Declaración Jurada Excepcional para Circulación de Emergencia Sanitaria, donde constaba que venía a cuidar a una señora mayor.
Le dijeron que era obligación un aislamiento de 14 días y/o el hisopado para determinar la presencia o no de coronavirus, y lo escoltaron hasta un laboratorio privado. Cuando se conoció que había arrojado resultado detectable para Covid-19, lo llamaron de inmediato. Pero el teléfono lo respondió el dueño de esa identidad, que no estaba en Mar del Plata sino en Córdoba.
La investigación que llevó adelante la Fiscalía Federal N°1, a cargo de la fiscala Laura Mazzaferri, permitió determinar que el hombre que ingresó a la ciudad con coronavirus había utilizado el vehículo, el DNI, la cédula verde del auto y la licencia de conducir de un amigo, con cuyos datos había completado el permiso para circular.
Pasada la instancia de indagatorias y reunido todo el material probatorio, el juez federal Santiago Inchausti resolvió procesar a los dos , uno como autor y otro como partícipe necesario, de los delitos de violación de medidas sanitarias para impedir la introducción o propagación de una epidemia y falsedad ideológica de un instrumento público. Además, dispuso un millón de pesos para cada uno en concepto de embargo, ante una eventual responsabilidad civil; y mantuvo el secuestro con fines de decomiso del vehículo Fiat utilizado para llegar a Mar del Plata, “por ser instrumento del delito, pues sin él no se habría podido cometer”. En esa línea, resolvió anotarlo a disposición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a fin de ser destinado según corresponda.
En relación a la situación procesal de la persona que alquiló, a través de una plataforma digital, el departamento al principal imputado para pasar unos días de vacaciones con su novia, el juez difirió la resolución de su situación procesal, ante lo informado por el Ministerio Público Fiscal sobre un posible acuerdo de reparación integral, conforme las nuevas formas de resolución alternativa de conflictos previstas en el Código Penal y el nuevo Código Procesal Penal Federal.
Para el magistrado quedó acreditado que el joven que llegó a Mar del Plata “hizo insertar datos falsos en una declaración jurada para obtener el certificado excepcional de circulación”. Y sostuvo que “se identificó ante personal de control sanitario, municipal, policial y personal del laboratorio (con el nombre de su amigo)” y sumado a ello “se trasladó desde la Provincia de Córdoba hacia esta ciudad cuando no estaba permitido”.
En relación a la situación del dueño del vehículo y la documentación, el juez entendió que se trató de un partícipe necesario en los hechos. “La conducta desplegada ha tenido éxito debido a la colaboración prestada por (el segundo imputado), la que resultó para el caso concreto en una prestación infungible sin la cual no se habría podido cometer el delito, recordemos que le brindó toda la documentación necesaria para trasladarse, eludir controles y también el propio medio de transporte”, reparó el magistrado.