(Por Victor Calvigioni) El intendente de Pehuajo Pablo Zurro entendiendo los tiempos de pandemia que se viven señaló hoy «No podemos dejar liberado el precio de la carne vacuna para que un argentino pague los precios de exportación, porque en vez de 800 pesos el kilo de asado va a valer 2.000 pesos», aseguró Zurro.»El Estado tiene que volver a regular la carne y los alimentos como en la época de Perón, pero adaptado a estos tiempos», añadió”.
No dejar libres a los zorros en el gallinero
El 9 de setiembre de 2020 y observando la tendencia que comenzaba a tomar cuerpo en el comercio de carnes (vale para los granos) y teniendo en cuenta que es hora que se enfrente a los que “manejan” el mercado con una fuerte decisión política y no dejando libre a los “zorros en el interior de un gallinero”, señalamos en una extensa nota: “En la comercialización muy particular que tiene la carne vacuna en nuestro país el Estado a través de organismos específicos con autonomía y autarquía deben «marcar la cancha» a los actores que intervienen en el proceso que va desde el campo a la mesa familiar.
Las plantas frigoríficas pasaron en la década de los ochenta de ser unipersonales donde el propietario observó como se apilaba cada ladrillo de la edificación a empresarios o corporaciones (nacionales e internacionales) que adquirieron los frigoríficos y dirigen el proceso a «control remoto» con el solo propósito de «sacar» la mayor ganancia posible en desmedro de los consumidores”.
El 13 de abril de 2020 en una nota describimos las ganancias económicas que existen en el mercado de la carne. En este sentido dijimos que se debe “tomar” en un solo contexto, las ganancias que obtienen las plantas faenadoras y sus “satélites”. El ganado vacuno es un almacén ambulante que desde los frigoríficos da vida a decenas de industrias que fabrican centenares de productos que se utilizan en la vida diaria.
La dos medias reses con sus cortes (lomo, peceto, asado, puchero etc.) es la parte visible de un vacuno. En el mecanismo actual de consumo interno y exportación se puede describir en forma literal que los que comen puchero subvencionan a los que comen lomo.
En el procesamiento del animal vacuno en los mataderos y frigoríficos, las ganancias económicas son cuantiosas.
Los subproductos son múltiples y de igual o mayor valor económico que las dos carcazas que se bajan en las carnicerías o que despostan para llenar con sus cortes las góndolas de los grandes supermercados o las bodegas de los barcos.
En este sentido, podemos afirmar que existen más de 700 subproductos, como jabones, lubricantes, detergentes líquidos, glicerina, aceites biodegradables, alimentos para perros, harina de carne, suturas quirúrgicas y heparina
En repostería, postre y alimentos para niños y personas enfermas como la gelatina, cremas de belleza, manteca comestible, harina de carne, insulina, agentes de limpieza, productos para mejorar los colorantes y pinturas.
En otro orden, ácido cólico, ácido dehidrocólico y el desoxicolato de sodio, los cuales poseen una acción terapéutica como agentes hepatoprotectores, lipotrópicos, digestivos, coleréticos y colagogos.
También se utiliza los subproductos para procesar azúcar de mesa y vinos blancos (blanquearlos).
En tanto, la glucosamina, el sulfato de la condroitina se ha convertido en un suplemento dietético ampliamente utilizado para el tratamiento de la osteoartritis.
Por último, indicamos que se puede obtener abonos, filtros de autos, zapatos, zapatillas-entre elementos útiles para la vida diaria.
En tiempo de pandemia y solidariamente destinar para los sectores menos pudientes y necesitados, cortes como azotillo, parte de la aguja, brazuelos, osobucos y en achuras hígado, corazón, riñones y centro de entraña.
Se debe tener en cuenta que el 3 de abril de 2020 subrayamos “En poco meses cada pueblo peleará por “el pan nuestro de cada día” y los gobiernos deberán estar preparados para soportar los embates de esta pandemia. Ya no alcanzará con el alcohol, el aislamiento y una hipotética vacuna. El virus parece un “arma perfecta” e indescifrable. El año y medio que se requiere parece no alcanzar. Los grandes centros financieros lo único que no pueden adquirir con sus simuladores de “dinero” es el tiempo, tan intangible como el propio coronavirus. Es urgente de llevar a cabo una economía de supervivencia.
*Experto Agrario, Agrónomo General, Tipificador y Clasificador de Carnes, Técnico en Administración de Empresas