El juicio oral y público a integrantes de la organización paraestatal Triple A, en Bahía Blanca, continuará el viernes, con la recepción de testimonios en el caso de Carlos Dorñak, sacerdote asesinado en la madrugada del 21 de marzo de 1975, cuando integrantes de aquél grupo ingresaron al edificio del Instituto Juan XXIII, donde era el vicerrector, y dieron muerte a la víctima en la habitación en que dormía junto a otros curas de la misma congregación, tras lo cual produjeron un incendio en el lugar.
En el debate, iniciado el 9 de marzo pasado, se está juzgando a los imputados Juan Carlos Curzio, Osvaldo Omar Pallero, Héctor Ángel Forcelli y Raúl Roberto Aceituno de integrar a una asociación ilícita a la que se le atribuyen 24 homicidios agravados cometidos entre los años 1974 y 1975. Además, Aceituno se encuentra acusado como coautor del homicidio agravado del dirigente estudiantil David “Watu” Cilleruelo.
En la acusación, todos los crímenes fueron calificados por la fiscalía como de lesa humanidad y constitutivos de genocidio. En la causa intervienen en representación del Ministerio Público Fiscal el fiscal general Miguel Ángel Palazzani, el fiscal ad hoc José Alberto Nebbia y el auxiliar fiscal Pablo Vicente Fermento, y como partes querellantes Hijos Bahía Blanca, la familia de la víctima Luis Jesús “Negrito” García y la Universidad Nacional del Sur.
Los hechos a tratarse
Durante la misma madrugada del asesinato de Dorñak, fueron secuestradas las víctimas María Isabel Mendivil y Fernando Antonio Alduvino, hechos que también se ventilan en el juicio. Mendivil –con un embarazo de ocho semanas– y Alduvini aparecieron acribillados horas más tarde en diferntes lugares junto a la vera de la ruta nacional N° 35.
También se recibirán testimonios por el caso de Carlos Alberto Davit, estudiante de ciencias económicas oriundo de Guatraché, provincia de La Pampa quien militaba en la Juventud Universitaria Peronista. El 19 de noviembre de 1975, Davit fue secuestrado por un grupo de civil y fuertemente armado, al acompañar a un amigo a la pensión estudiantil en la que él había vivido, y que había dejado de habitar tiempo atrás por las amenazas recibidas. Su cuerpo sin vida fue hallado horas más tarde, acribillado y colgando del puente que actualmente lleva su nombre, en el kilómetro 679 de la Ruta Nacional N° 3, a la salida de Bahía Blanca.