El escándalo ha estallado en el fútbol argentino con la acusación de una joven de 24 años que señala a cuatro jugadores de Vélez Sarsfield de haberla violado en grupo en un hotel de San Miguel de Tucumán. La jueza a cargo del caso, Eliana Gómez Moreira, ha tomado la controvertida decisión de ordenar la prisión domiciliaria para tres de los acusados: Braian Cufré, Abiel Osorio y José Florentín, mientras que el arquero Sebastián Sosa ha sido puesto en libertad condicional.
La fiscalía había solicitado la detención de los cuatro futbolistas por un período de tres meses, pero la jueza optó por esta medida cautelar para tres de ellos. Todos deberán cumplir con la prisión domiciliaria en la provincia de Tucumán, donde se produjo el presunto delito.
Los cargos presentados contra los jugadores varían en gravedad, con Abiel Osorio imputado por abuso sexual simple y Sebastián Sosa por abuso sexual agravado en calidad de partícipe secundario. En el caso de Braian Cufré y José Florentín, la situación es aún más delicada, ya que se les acusa de ser los presuntos autores del abuso sexual agravado por la participación de dos o más personas.
El testimonio de la víctima, que relata una noche en la que fue invitada al hotel donde se hospedaba el equipo, ha generado conmoción. Según su declaración, tras ingerir bebidas alcohólicas se sintió mareada y fue en ese estado que ocurrió el presunto ataque.
El caso ha generado un debate acalorado en Argentina sobre la responsabilidad de los deportistas y la protección de las víctimas en casos de abuso sexual. Mientras tanto, se espera el análisis de las pruebas forenses y de las cámaras de seguridad del hotel, así como los resultados del análisis toxicológico de la víctima, que podrían arrojar luz sobre lo ocurrido aquella noche.
Este trágico episodio ha dejado al mundo del fútbol argentino conmocionado, planteando interrogantes sobre la conducta de los deportistas fuera de la cancha y la importancia de garantizar la justicia para las víctimas de violencia sexual.