A principios de la década del 90, el empresario argentino Mauricio Kalinov se encontraba viviendo en España, trabajaba transportando atún en avión desde las Islas Canarias hasta Madrid, donde luego se vendían al público en un mercado. Los cientos de pescados eran transportados en cajas de cartón, que luego de ser utilizadas, se las entregaba a un cartonero. Un día, mientras esta persona plegaba el cartón, a Kalinov se le ocurrió una idea que, años más tarde, se convertiría en un exótico emprendimiento: el comercio de ataúdes ecológicos.
Kalinov pensó que, si la caja soportaba el peso de kilos y kilos de pescado mojado sin desfondarse, también podría soportar un cuerpo acostado en ella y, el hecho de poder plegarse fácilmente representaría un plus para el traslado. Con esta idea en mente, se contactó con un ingeniero amigo con el que solía jugar al pádel y diseñaron juntos algunos bocetos hasta llegar al prototipo de lo que Kalinov patentó en 2004 como Restbox (en inglés “caja de descanso”), con la homologación de la Unión Europea.
Luego de casi 30 años viviendo en España, Kalinov decidió volver a sudamérica con la idea de presentar su invento al público argentino. Actualmente la empresa se encuentra radicada en el Parque Industrial de Pilar, desde donde reciben llamados para solicitar pedidos desde distintas partes del país y, en este contexto particular de pandemia, también los contactan desde otros países. “Lo interesante de esta pandemia es que nosotros le metimos fuerza al marketing en internet y nos están llamando de todas partes del mundo”, comentó en diálogo Alejandro Faks, actual titular de Restbox, “ahora estamos por hacer una exportación a Bolivia porque están bastante apurados pero, en general, la idea nuestra es que en los distintos países se franquicie, fundamentalmente para evitar costos aduaneros, de fletes y demás”.
Bolivia enfrenta un momento crítico a partir de la llegada del Coronavirus: Con una población de 11 millones de habitantes el país andino está a punto de alcanzar los 100 mil contagiados y superó los 4 mil fallecidos, mientras que el sistema de salud se encuentra totalmente colapsado y con médicos que deben optar por disminuir las dosis de oxígeno que le suministran a los pacientes de terapia intensiva ante la escasez de este y otros insumos. Muchas de las personas que requieren ser internadas terminan muriendo en plena calle porque no llegan a ser atendidas y, ante este panorama, aparece Restbox como una alternativa ecológica y de bajo costo.
Cabe destacar que los ataúdes restbox fueron requeridos en otras situaciones de emergencia, como cuando ocurrió el tsunami en el sureste de Asia en 2004 que se llevó la vida de más de 200 mil personas. En aquél momento se recurrió a estos ataúdes ecológicos para poder dar sepultura a miles de víctimas de la tragedia.
Si bien, a raíz de la pandemia, comenzaron a atender llamados desde distintas partes del mundo como Brasil y algunos países de África, Faks señala que, en Argentina la comercialización de Restbox no creció respecto de los meses previos a la llegada del virus: “Acá en Argentina las ventas se mantuvieron parejas, pero en otros países sí creció y bastante. Mientras que el sistema de salud no colapse, la estadística general se mantiene igual” (INFOCIELO)