Los árbitros están considerados por muchas personas como los villanos del fútbol. Algo lejos de la realidad y que una vez más quedó demostrado en Argentina. El colegiado Darío Cid lograba salvar la vida del entrenador Luciano Susín, que se desplomaba en medio de las protestas por un gol anulado.
Todo ocurrió en el partido de la Liga de Pergamino entre Viajantes y Argentino de Alfonso. Varios integrantes del conjunto local protestaban la decisión del colegiado Darío Cid, que había decidido anular el tanto del empate a dos frente a Argentinos de Alfonso. En el momento de las protestas, el entrenador de Viajantes, Luciano Susín, perdía el conocimiento y se desplomaba en medio del encuentro.
Muchos de los presentes comenzaron a llamar a emergencias en busca de que llegaran a reanimar al entrenador. Pero la sorpresa llegó cuando Darío Cid, el árbitro al que momentos antes estaban protestando, comenzaba a hacerse cargo de la situación. Cid le realizó masajes en el pecho y, al ver que no había una reacción, hizo la respiración boca a boca en busca de acabar con la obstrucción que le impedía respirar. Gracias a la rápida acción del colegiado, Luciano recobró el conocimiento justo en el momento en el que llegaba la ambulancia. El entrenador fue trasladado al hospital dónde se le realizaron varios estudios para saber la gravedad de lo ocurrido. Finalmente, Luciano recibió el alta médica horas después.
Una situación que podría haber sido mucho más grave sino llega a ser por la rápida acción de Darío Cid. Algo que nunca olvidará Luciano y que le hará replantearse la manera en la que protesta a los árbitros. Una vez más un árbitro vuelve a demostrar lo injusto que es el mundo del fútbol con su trabajo. (Cuatro)