En Pergamino siguen emergiendo los casos de enfermedades que podrían tener una vinculación con el agua que, ya está confirmado, se encuentra envenenada con agroquímicos y arsénico. Mientras tanto, la Justicia avanza en investigar el rol del intendente Martínez.
“Señor, señora, no sea indiferente, el agua que tomamos envenena a nuestra gente”. Fausto tiene cinco años, pero su edad ósea es a penas de tres. Los médicos creen que se trata de una víctima más por el agua contaminada en Pergamino, un municipio al cual ahora toda la provincia y el país observa con preocupación por la cantidad de casos de cáncer, enfermedades de piel y respiratorias, que tendrían vinculación con el efecto negativo de las fumigaciones y el mal estado del agua.
“Fausto Vive en Villa Alicia, uno de los barrios fumigados de Pergamino. Tiene 5 años y ya sabe de las aberraciones de los agrotóxicos porque su salud lo manifiesta. Los médicos determinaron que tiene edad ósea de 3 añitos y problemas endocrinos a causa de la contaminación del agua”, aseguran desde la organización Madres de Barrios Fumigados, el espacio que motoriza este tipo de denuncias en Pergamino.
Sin embargo, lo que expone un grupo de madres preocupada por la salud de sus hijos pasó a ser confirmado por diferentes especialistas.
Hace poco, un estudio que llevó a cabo la Doctora en Biología, Delia Aiassa, del equipo de investigación de Genotoxicidad de la Universidad de Río Cuarto, comprobó lo que toda una familia temía: el agroquímico en sangre enferma y “daña las células” del cuerpo humano.
Las respuestas podrían apuntar a Pergamino se encuentra en una de las zonas más codiciadas para la cosecha de la soja transgénica, un producto que es tratado generalmente con diferentes fitosanitarios, que como comprobaron numerosos estudios, tienen un impacto negativo hacia la salud humana.
Según la propia Autoridad del Agua, las napas de la ciudad contienen niveles altísimos de arsénico. Pese a que el mismo se trata de un material natural -no producto de una contaminación externa-, potencia la peligrosidad para la salud humana en contacto con los agroquímicos.
Ahora, el municipio a manos del intendente Javier Martínez –de Juntos por el Cambio- no solo ha intentado relativizar la cantidad de denuncias de la justicia y los informes de especialistas, sino que buscó que la causa deje de estar en manos de la Justicia federal.
Sin embargo, el pasado 20 de agosto el fiscal federal Matías Di Lello se opuso a ese pedido y la misma sigue en manos del juez federal, Carlos Villafuerte Ruzzo.
La situación del intendente, además, podría agravarse luego de que el mismo fiscal pidiera al juez investigarlo por supuesto delito de «desobediencia», sospechando que no se efectuaron todas las medidas que el mismo Juzgado Federal de San Nicolás había ordenado al municipio con el fin de suspender las fumigaciones cercana a los barrios afectados.(Infocielo)