Las enfermedades más frecuentes en esta ciudad bonaerense, una de las más perjudicadas por los agrotóxicos, son las que afectan la piel, la respiración y el aparato reproductivo. El cáncer y las malformaciones son recurrentes en el lugar.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación determinó que el agua no es apta para el consumo, contiene al menos 18 agroquímicos que ponen en riesgo la salud humana.
Ya lo había advertido el Juzgado Federal Nº 2 de San Nicolás los primeros días de abril. “Se dispondrá la inmediata suspensión provisional de las aplicaciones de fumigaciones con plaguicidas, herbicidas, insecticidas, y cualquier otro paquete de agroquímicos, sea mediante fumigaciones terrestres que contenga glifosato como principio activo o sales derivadas del mismo» se afirma en el texto del fallo judicial que se basa en los resultados de un estudio realizado por especialistas del Conicet, del Inta- Balcarce, y de la Universidad Nacional de La Plata, que hallaron niveles muy altos de agroquímicos en el agua.
La Corte Suprema informó que se encontraron al menos 18 agroquímicos en el agua de la zona como: el Glifosato (es altamente cancerígeno y produce mutaciones en el ADN generando abortos espontaneos o malformaciones en recién nacidos), la Atrazina (un herbicida que afecta también la salud reproductiva), el Imidaclopir (es un insecticida altamente tóxico), Acetoclor (herbicida, deribado del acetoclor, afecta la respiración y la piel en humanos y puede producir cáncer), Clorpirifos (la exposición oral al insecticida puede provocar parálisis, convulsiones, desmayos e incluso la muerte), 2-4D (calificado por la Organización Mundial de la Salud como cancerígeno, que afecta el higado y puede generar trastornos en la reproducción y malformaciones congénitas) entre otros.
Sin embargo, el municipio encabezado por el macrista Javier Martínez, quien había asegurado que tomaba “agua de la canilla” desestimó el fallo y realizó un “estudio propio” a través de la Autoridad del Agua de la provincia que, como se esperaba, por ser un organismo ligado al Gobierno, dio por resultado que el agua era apta para el consumo.
El juez dispuso que se suspenda temporalmente cualquier tipo de fumigación y ordenó que se realice un nuevo análisis al equipo de Toxicología de la Corte Suprema de la Nación.
Los vecinos ya habían denunciado que en el barrio Alicia habían al menos 48 casos de cáncer. También son tristemente comunes las enfermedades respiratorias y de piel en estas zonas fumigadas, siendo los niños los más afectados. También denuncian continuas amenazas como chauchas de soja en sus autos, bidones de Rund up en la puerta de sus casas y hasta un perro muerto.
El Gobierno local, trató desestimar las denuncias y dejó impune todas las amenazas denunciadas por la comunidad porque defiende los intereses de las más de 800 empresas que están vinculadas al agronegocio en Pergamino, donde más del 60% de la cosecha de la zona está destinada a la soja transgenica.
Las maniobras judiciales del intendente para continuar con las fumigaciones y la falta de investigación en las denuncias por amenazas, solo se explican en los intereses que defiende el gobierno provincial y local: que son los de las más de 800 empresas vinculadas al agronegocio en Pergamino, por ser una de las zonas más fértiles y aptas para el monocultivo de soja transgénica.(La Izquierda Diario)