Luego de más de dos años un vecino de nuestra ciudad recuperó su vehículo que había perdido tras una estafa perpetrada con unos cheques robados en la ciudad cordobesa de Río Cuarto.
La denuncia iniciada en junio de 2017, que recayó en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 3 a cargo de Nelson Mastorchio, detallaba cómo el confiado convecino de 55 años, domiciliado en el barrio Centenario, propietario de una camioneta marca Ford F 100 (modelo 2004 de color rojo) había efectuado una operación de venta en el mes de mayo de ese mismo año.
Tras haber puesto a la venta al rodado por distintos medios (Mercado Libre, OLX, páginas de Facebook) a finales de 2016, en el mes de mayo de 2017, el denunciante recibió una llamada telefónica a su celular, de parte de un interesado de comprar el rodado.
El pergaminense relató ante la Justicia interviniente que ambos comenzaron a negociar y llegaron a un acuerdo por la suma pagar por el vehículo que sería efectivizada mediante dos cheques del mismo valor. Dichos valores pertenecían a un tercero dedicado al ramo agrícola de la provincia de Santiago del Estero. El damnificado averiguó, por intermedio del Cuit dado oportunamente, si los cheques podían ser cobrados, y dicha compulsa arrojó como resultado de que se trataba de una cuenta de 10 años perteneciente al titular que figuraba en esa obligación de pago, que asimismo poseía buen concepto, sin problema alguno.
Fue así que a finales de mayo, el convecino recibió una nueva llamada del interesado en la pick-up, para corroborar si se iba a realizar el negocio por lo que el denunciante respondió que no iba a haber problemas.
Por razones de distancia se convino entre las partes que la entrega del vehículo y del pago se iba a realizar en una ciudad del sur de Santa Fe ya que estaba a medio camino de los domicilios de las partes de la transacción, con la salvedad de que iba a apersonarse el hermano del comprador ya que el mismo se encontraba trabajando en una localidad de Córdoba.
Pactadas esas condiciones la cita tuvo lugar en el bar de la Estación Terminal de Omnibus de la ciudad santafesina y tras entablar un corto diálogo el supuesto hermano del comprador refirió que “los cheques eran buenos porque siempre esta gente nos compra hacienda”. Allí mismo suscribieron el boleto de compra y venta del vehículo, previa entrega de los cheques y acto seguido el denunciante entregó las llaves de la camioneta.
Cheques robados
La maniobra delictiva comenzó a revelarse cuando el damnificado utilizó los cheques dados para pagar a un particular otro vehículo, pero al momento de intentar cobrarlos en la institución bancaria los mismos fueron rechazados por falta de fondos y por consiguiente fue a reclamarle a la primera víctima de la maniobra delictiva.
El denunciante comenzó rápidamente a realizar las averiguaciones al respecto llamando al teléfono desde el cual lo habían contactado para comprarle la camioneta pero no obtuvo respuesta alguna. Luego, para su pesar, comprobó que la dirección que constaba en el boleto de compra y venta de la ciudad de Rio Cuarto no existía y además se comunicó telefónicamente con el titular de los cheques, y éste le expresó que los valores mencionados habían sido denunciados por robo en dicha ciudad cordobesa, específicamente que se lo habían robado del interior de su automóvil estacionado en la cochera de un hotel.
Se inicia la investigación
La investigación conducida por la fiscalía a cargo de Nelson Mastorchio y por la instructora judicial Susana Muscolini con los pocos datos aportados poco pudo averiguar sobre el paradero del vehículo y de los estafadores que habrían presentado identidades falsas. Tanto el vehículo como los delincuentes se habían esfumado sin dejar rastros.
No obstante ello varios meses después sin novedad alguna el mismo denunciante se acercó a la UFI Nº 3 para manifestar que habían tomado contacto con él una persona que había adquirido el vehículo que le perteneciera desde la provincia de Mendoza. El motivo de la llamada era para regularizar la situación registral de la camioneta. Allí la víctima se percató que la persona que llamaba desconocía el origen espurio del referido rodado y le siguió el juego para intentar dar con el paradero del mismo.
Así fue que rastreó, vía telefónica y por las redes sociales, a más de un comprador que aparentemente también desconocían la situación generada por los estafadores, datos que fue acercando a la Fiscalía y, una vez detectada la camioneta en una localidad de la provincia de Mendoza, se solicitó vía exhorto al Juzgado de dicha jurisdicción para que procediera a secuestrar el vehículo. Para realizar la medida se destacaron a dos oficiales de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI de pergamino quienes con la orden judicial en su poder procedieron a recuperar la pick-up luego de dos años y medio de producida la estafa.
Ahora la labor de la Fiscalía está abocada a identificar a los autores del hecho y a aquellos que podrían haber encubierto la maniobra que se extendió por casi mil días.(LA OPINION)